El candidato de la conservadora Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Nayib Bukele, ganó este domingo las elecciones presidenciales de El Salvador. Con un 87,67% de las actas procesadas, Bukele logró el 53,8% de los apoyos frente al 31,6% de la coalición liderada por la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el 13,7% del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Según el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, estos datos provisionales marcan «una tendencia definitiva”. Este resultado superior al 50% descarta que Bukele, quien partía como claro favorito según todas las encuestas, deba acudir a una segunda vuelta electoral.
Su victoria supone un hito en la historia del país centroamericano, ya que rompe con el bipartidismo y la alternancia en el poder de la izquierda y derecha tradicional que gobernaron en los últimos 30 años. Tanto el candidato de ARENA, Carlos Calleja, como el del FMLN, Hugo Martínez, reconocieron la victoria de Bukele en las urnas. Carlos Calleja, el candidato de ARENA, deseó suerte a su rival Bukele tras reconocer su victoria y anunció que regresaría a su labor en la empresa privada.
“Hoy ganamos en primera vuelta e hicimos historia. Hemos sumado más votos que ARENA y el FMLN juntos (…). Hemos pasado la página de la posguerra. Invito a todos los salvadoreños a celebrar la victoria frente al bipartidismo”, dijo Bukele en su primera comparecencia ante la prensa.
Nayib Bukele es un empresario de 37 años y ex alcalde de San Salvador bajo las siglas del FMLN del que fue expulsado en 2017, participó en esta campaña como candidato de la derechista GANA, salpicada por conocidos casos de corrupción. El político, quien se presentó como «el candidato del cambio» y evita ser encasillado en una ideología de izquierda o derecha, deberá lidiar con una Asamblea de diputados controlada por la oposición para tratar de hacer frente a los grandes problemas que afectan a El Salvador.