Vladimir Putin anunció este jueves 31 de marzo que suspenderá los contratos de suministro de gas si los países «inamistosos» no pagan el combustible en rublos y no abren una cuenta en la moneda rusa en Gazprombank, una de las pocas entidades financieras de Rusia que no ha sido sancionada por la Unión Europea.
«Ofrecemos a esos países un mecanismo claro y transparente», dijo el mandatario. También afirmó que Rusia no hará «obras de caridad» en lo que concierne el suministro de gas a Europa y otros países. «Si no se realizan dichos pagos, consideraremos esto como un incumplimiento por parte de los compradores con todas las consecuencias resultantes», advirtió.
Así Rusia detendrá el suministro de gas a compradores de Estados “hostiles” a menos que comiencen a realizar sus pagos en rublos a partir del 1 de abril, con lo que el presidente ruso da un golpe en una lucha con Europa por las ventas de energía.