Vladimir Putin, el presidente de Rusia, pidió a los otros líderes del G20 el reconocimiento mutuo de las vacunas ante la “competencia injusta” y el “proteccionismo” de algunos países.
“Quisiera destacar el hecho de que, pese a las decisiones del G20, el acceso a las vacunas y otros recursos vitales aún no es posible para todos los países”, señaló Putin durante su intervención por videoconferencia en la cumbre de los principales países industrializados y emergentes del planeta.
“Esto ocurre creo, entre otras cosas, por una competencia injusta, proteccionismo y el hecho de que una serie de países, incluidos miembros del G20, no están dispuestos a reconocer mutuamente vacunas y certificados”, afirmó.
La vacuna rusa Sputnik V, está autorizada en 70 países, pero sólo 31 permiten entrar en su territorio únicamente con el certificado, es decir sin pedir requisitos adicionales, según el Fondo de Inversión Directa de Rusia (FIDR) que comercializa el producto en el exterior.
Además, la vacuna rusa no ha sido aprobada aún por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni tampoco por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Actualmente Rusia está en conversaciones con las autoridades comunitarias para el eventual reconocimiento mutuo de los certificados de vacunación.
Por todo ello, el mandatario ruso propuso encargar a los ministros de Salud de los países del G20 la tarea de solucionar “cuanto antes la cuestión del reconocimiento mutuo de los certificados nacionales de vacunación”.
Putin subrayó que Rusia fue el primer país del mundo en registrar una vacuna anticovid y que la Sputnik V “ha demostrado su elevada eficacia”, al igual que la monodosis Sputnik Light (primer componente de la otra), que puede servir dijo, para aumentar la efectividad de otros preparados.
El presidente ruso consideró asimismo urgente que la OMS acelere el proceso de autorización de emergencia de nuevas vacunas y fármacos, es decir el análisis de su calidad, su seguridad y eficacia.
“Estoy convencido de que cuanto antes se haga todo esto, más fácil será reanudar los negocios globales, incluida la actividad turística más afectada” por la pandemia del coronavirus, dijo.
Además propuso a los demás líderes del G20 “desarrollar mecanismos para una actualización “sistemática y rápida de las vacunas a la vista de que el coronavirus sigue mutando”.
“La ambiciosa tarea de luchar contra el coronavirus requiere mejorar la calidad y disponibilidad de la atención médica en todos los países y, como consecuencia, aumentar la cooperación internacional en el campo de la salud”, sostuvo.
“Dada la situación actual, el papel de la Organización Mundial de la Salud es cada vez más importante y sus actividades, por supuesto, merecen todo el apoyo. Medidas que infringirían las prerrogativas de la OMS (…) son inaceptables”, enfatizó.
El líder de Rusia también se refirió a otros problemas actuales que abordará el G20, como la crisis en los mercados energéticos, incluida la del gas en Europa.
“La estabilidad de los mercados energéticos globales depende directamente de las acciones responsables de todos sus participantes, tanto productores como consumidores, basadas en los intereses a largo plazo de todos”, recalcó.
“Rusia aboga por un debate exhaustivo sobre este tema de manera pragmática, guiado exclusivamente por consideraciones económicas”, y no politizadas, añadió.
Asimismo, instó a los otros líderes a normalizar la política monetaria y prevenir el aumento de la inflación global para prevenir una recuperación económica desigual en el mundo.