Dos lluvias de estrellas y un encuentro entre Venus y la Luna son algunos de los fenómenos astronómicos más espectaculares de octubre. Los cielos más despejados y las noches cada vez más largas marcan el inicio del otoño y con él, los mejores momentos del año para levantar la vista a la bóveda celeste:
Lluvia de estrellas Dracónidas (8 de octubre)
Cada inicios de octubre, los restos de polvo y hielo del cometa 21P/Giacobini-Zinner coinciden con la órbita terrestre, provocando la aparición de meteoros que recorren el cielo nocturno en cuestión de segundos.
En 2021, las Dracónidas alcanzarán su punto máximo de intensidad la noche del 7 y sobre todo, la madrugada del 8 de octubre. El radiante de esta lluvia de estrellas (el punto en el cielo nocturno de donde parecen surgir la mayoría de meteoros) se ubica en la constelación de Draco; sin embargo, los bólidos de fuego pueden aparecer en cualquier lugar de la bóveda celeste.
Aunque no gozan de la popularidad de las Perseidas o Gemínidas, la luna nueva permitirá disfrutar al máximo de este fenómeno astronómico. Se trata de una lluvia de estrellas considerada de intensidad media a baja, pero con picos que resultan impredecibles.
A mediados del siglo XX, las Dracónidas produjeron dos tormentas de hasta 345 meteoros por minuto. En 2011, esta lluvia de estrellas se convirtió en la más intensa del siglo, después de producir un máximo de 700 meteoros por hora.
Conjunción Luna-Venus (9 de octubre)
La noche del 9 de octubre, Venus acompañará el camino de la Luna hacia el oeste desde que caiga el Sol y hasta que ambos astros desaparezcan en el horizonte en dirección al oeste.
Con un par de binoculares, será posible observar a nuestro satélite natural y el segundo planeta respecto al Sol en el mismo campo de visión. Ambos aparecerán en la constelación de Escorpio y se ocultarán cerca de las 21:30 horas.
Luna llena (20 de octubre)
Según el Maine Farmer’s Almanac, un almanaque estadounidense que reúne los distintos nombres con los que los nativos americanos distinguían a cada Luna, mientras el último plenilunio del verano era conocido como Luna de maíz —y marcaba el momento para momento de cosechar este grano, calabaza y frijoles—, la primera Luna llena del otoño recibe el nombre popular de Luna del cazador, una acción necesaria de cara al invierno.
Aunque la sabiduría popular asegura que las lunas de octubre son las más vistosas del año, el tamaño aparente y brillo de nuestro satélite natural dependen exclusivamente de la distancia entre la Tierra y la Luna, que varía según el punto de su órbita elíptica donde se encuentre.
Cuando la Luna está en perigeo, la distancia mínima a la Tierra es de 363 mil 104 kilómetros. Y cuando se encuentra en apogeo, alcanza una separación máxima de 405 mil 696 kilómetros de nuestro planeta.
A una distancia de 399,000 kilómetros de la Tierra, la Luna llena de octubre no aparecerá más grande ni brillante en el cielo nocturno; sin embargo, las noches más largas y despejadas traerán consigo una oportunidad inmejorable para observarla.
Lluvia de estrellas Oriónidas (21 y 22 octubre)
Cada otoño, los restos de polvo cósmico, hielo y rocas dejados por el cometa Halley en la órbita terrestre se precipitan en la atmósfera a 66 kilómetros por segundo, provocando destellos que son conocidos como la lluvia de estrellas Oriónidas.
En 2021, este fenómeno astronómico alcanzará su punto de actividad máxima las noches del 21 y 22 de octubre, cuando será posible observar hasta 23 meteoros por hora en los cielos más despejados.
El radiante de esta lluvia de estrellas es Orión, la constelación más famosa del hemisferio norte; sin embargo, más vale estar atentos y tener un panorama lo más amplio posible, pues los meteoros aparecerán desde cualquier punto de la bóveda celeste. Fuente National Geographic