Poco más de 250 inmigrantes indocumentados que fueron arrestados bajo la política de seguridad fronteriza de «atrapar y encarcelar» implantada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, deberán ser liberados tras permanecer más de un mes sin ser acusados de ningún delito, de acuerdo con la orden de un juez del estado.
El mandato del juez estatal Ronald Andrade responde a una demanda interpuesta por la organización Texas RioGrande Legal Aid, que representa a cientos de inmigrantes detenidos por supuestas ofensas menores.
Los abogados defensores alegaron que el encarcelamiento continuo de migrantes viola de la ley estatal según la cual los arrestados por presuntos delitos deben ser excarcelados con una fianza gratuita o asequible si los fiscales no presentan los cargos rápidamente. En el caso del allanamiento de morada, el cargo por el que se detuvo a la gran mayoría de los migrantes, ese plazo está fijado en 15 o 30 días, dependiendo del nivel de los cargos.
La demanda también alega que estas detenciones violan los derechos constitucionales al debido proceso. La orden del juez estipula que se les conceda fianza sin costo alguno.
Kristin Etter, abogada de Texas RioGrande Legal Aid, dijo en la audiencia judicial que su organización había llegado a un acuerdo con el fiscal del condado de Val Verde para liberar a 75 acusados arrestados allí que habían sido encarcelados sin presentar cargos durante más de 15 días. Los fiscales del condado de Kinney acordaron la liberación de otros 168 acusados a los que no se les había presentado ningún cargo en 30 días o más, indica un reporte del diario Texas Tribune.
El juez Andrade, que es republicano, señaló al final de la audiencia su satisfacción porque «todos hayan resuelto la mayoría de estos casos, y espero que todo se agilice un poco más».
«Es una experiencia de aprendizaje para todos, incluso para el tribunal aquí presente», agregó el juez.
No está claro si después de que los inmigrantes sean liberados, quedarán a disposición de las autoridades migratorias federales, que podrían dejarlos bajo su custodia, deportarlos o dejarlos en libertad mientras procesan sus respectivos casos.
Como parte de su plan para reforzar la seguridad fronteriza, y en abierta oposición a las políticas migratorias implantadas por la administración del presidente Joe Biden, a finales del pasado mes de mayo el gobernador Abbott dio la orden de arrestar y acusar por delitos menores a los inmigrantes.
En virtud de esa orden de Abbott, unos 1,000 inmigrantes, la mayoría de origen latino, han sido arrestados por la policía estatal de Texas y acusados de entrar en propiedad privada. Según el Texas Tribune, hasta este lunes, más de 900 hombres seguían encarcelados en dos prisiones del estado.
Como la policía y los tribunales no tienen jurisdicción en materia migratoria, la policía estatal realiza los arrestos aduciendo delitos locales, como el allanamiento de morada.
Abbott, que responsabiliza al presidente Biden por el aumento de los cruces por la frontera sur, ha reforzado sus políticas de seguridad fronteriza con el fin de contener la inmigración irregular. Con información de Univisión.