El Salvador entrará en los registros de la historia este martes 07 de septiembre, al convertirse en el primer país del mundo en oficializar como moneda legal de cambio al Bitcoin.
Además como medida para promover la adopción de la criptodivisa, el gobierno salvadoreño decidió otorgar 30 dólares en Bitcoins gratis a los ciudadanos que se registren en su billetera digital nacional, conocida como “Chivo” o “cool” en inglés. Y a los extranjeros que inviertan tres bitcoins en el país, anunció que se les otorgará la residencia.
Pero no todos están contentos; cientos de ciudadanos han salido a las calles en protesta contra la medida, según han reportado diversos medios de comunicación locales y extranjeros.
Y es que los opositores a la medida advierten sobre las fluctuaciones drásticas en el valor de la criptomoneda y los impactos que podría tener en las comunidades más pobres, muchas de las cuales no tienen acceso a cuentas bancarias o teléfonos inteligentes.
A pesar de la inquietud de la población, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, mantiene que será buena tanto para ellos como para la economía del país.
Por ese motivo, el mandatario ha seguido adelante con sus planes de instalar alrededor de 200 cajeros automáticos de esta criptomoneda por todo el país, en los que los salvadoreños podrán convertir los Bitcoins en dólares estadounidenses y retirarlos en efectivo.
Según Bukele, con esta moneda digital, los salvadoreños que viven en el extranjero no tendrán que pagar las comisiones de las remesas, que en el 2020 supusieron casi una cuarta parte del PIB de El Salvador.
Según documentó el Economista.es, al grito de “¡No al lavado de dinero corrupto!” y “No queremos bitcoin”, algunos manifestantes han denunciado que, mientras el dólar estadounidense –la moneda oficial del país hasta esta fecha– ha demostrado ser estable a lo largo del tiempo, el Bitcoin es conocido por cambiar constantemente de valor, además de ser un mecanismo propicio para llevara cabo el blanqueo de capitales.
Los salvadoreños no son los únicos que han mostrado reticencias ante la decisión del presidente Nayib Bukele. Según Business Insider, tanto Moody’s como Fitch Ratings advirtieron los elevados riesgos de esta iniciativa y su precipitada aplicación como el motivo de la rebaja la calificación de la deuda soberana de El Salvador y de las aseguradoras locales. Con información de agencias