El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informó que se registró un brote de COVID-19 en una escuela primaria del condado de Marín, en California, Estados Unidos.
Dicho contagio se dio luego de que la profesora se quitó el cubrebocas para leer en voz alta a sus alumnos, lo cual hacía de forma recurrente, según padres de familia, que declararon que la escuela exigía a profesores, alumnos y personal en general portar cubrebocas en todo momento dentro de la institución, indicación que los alumnos seguían correctamente, pero la profesora, que además no estaba vacunada, se retiraba la mascarilla para leer en voz alta.
Además de esta medida, había otras más como sillas y mesas de clase con una separación de dos metros entre cada una, todas las aulas tenían filtros de aire muy potentes, y todas las puertas y ventanas permanecían abiertas para que hubiera una correcta circulación del aire.
Sin embargo, esto no evitó que la profesora infectara en mayo pasado a 12 de sus 24 alumnos; de las primeras dos filas de clase, ocho de cada 10 se contagiaron, lo que habla de un alto porcentaje de contagios.
Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo en una sesión informativa sobre COVID-19 que “la introducción del virus en el aula por parte de una maestra que trabajaba en la escuela, mientras era sintomática y no estaba vacunada, y que se quitó la mascarilla al leer en voz alta a una clase, dio lugar a casos dentro del aula, en toda la escuela y entre las familias de los estudiantes y el personal de la comunidad”.
A pesar de haber presentado síntomas previos, la docente no reportó ninguna anomalía o molestia con la que pudiera sospechar que estaba enferma de COVID-19; declaró que llegó a tener un par de síntomas, pero pensó que eran alergia y no coronavirus.
Inevitablemente se desató una serie de contagios entre los alumnos, todos menores de 12 años, a sus familias, así como a otros grupos de la escuela en que surgió este contagio masivo. Al final, 27 personas, incluida la profesora, resultaron contagiadas. Afortunadamente ninguna presentó síntomas graves.
La situación fue tomada por parte de los CDC como un ejemplo que no deben seguir si quieren mantener a su personal y sus alumnos protegidos. Con información de El Financiero