En Estados Unidos, una joven madre que acababa de festejar su primer aniversario de bodas fue uno de los seis feligreses de una iglesia de Jacksonville que murieron en un lapso de diez días. Otra mujer de Florida había dado a luz a su primer hija, pero apenas pudo sostenerla unos minutos antes de morir. Un hombre de California murió unos días antes de cumplir 53 años. Su esposa estaba en un respirador en el mismo hospital en Oakland y no estaba enterada de su muerte el 4 de agosto.
Las cifras de muerte de COVID-19 vuelven a aumentar bruscamente a medida que la variante delta se transmite incontrolada por la población no vacunada y llena los hospitales de enfermos, pero muchos de ellos más jóvenes que los de etapas anteriores de la pandemia. Estados Unidos registra un promedio de 650 muertes por día, 80% más que hace dos semanas y ha superado la marca de 600 por primera vez en tres meses.
Aún son escasos los datos sobre la edad y la demografía de las víctimas de la variante delta, pero los hospitales en los focos principales dicen que evidentemente están recibiendo más ingresos y registrando más muertes de personas menores de 65 años.
Los hospitales de Florida registran un alud de adultos jóvenes y sanos que llenan sus salas en todo el estado. Muchos de ellos requieren oxígeno. En Florida, la semana pasada, el 36% de las muertes fueron de menores de 65 años, comparado con el 17% en la misma semana del año pasado cuando se produjo una oleada similar. Florida lidera a la nación en muertes de COVID-19, con un promedio superior a 150 diarios esta semana.
La juventud de los enfermos marca un cambio con respecto a los ancianos frágiles, muchos de ellos residentes de asilos, que sucumbieron al virus antes de que el estado les diera prioridad para la vacunación. Más del 90% de los mayores han recibido al menos una dosis, comparado con el 70% de los menores de 65 años.
«Entre la gente joven persiste la sensación de que son de alguna manera invencibles», dijo la doctora Leana Wen, profesora de salud pública de la Universidad George Washington y ex comisionada de Salud de Baltimore, y agrega: «Desgraciadamente, mucha gente hospitalizada va a morir y eso significa gente más joven; y como ustedes han visto, en algunos casos es gente que tenía hijos pequeños». Con información de AP