Ante la rápida expansión de la variante delta del nuevo coronavirus, las autoridades sanitarias de los Estados Unidos recomendaron que los vacunados vuelvan a llevar cubrebocas en interiores en la mayor parte del país, además de usarlos en las escuelas.
Dos meses y medio después de aconsejar a quienes habían recibido el esquema completo de las vacunas contra Covid-19 que fueran sin cubrebocas la mayor parte del tiempo, incluso en interiores, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) cambiaron sus directrices.
“Llevar cubrebocas va a tener que ser parte de la vida de las personas que ya han sido vacunadas”, dijo la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en una rueda de prensa telefónica. Las nuevas directrices de los CDC, que no implican un mandato sino que son solo recomendaciones, indican que las personas completamente vacunadas deberían llevar cubrebocas “en lugares públicos e interiores” si se encuentran en zonas con índices “altos o notables” de contagios de Covid-19, explicó Walensky.
Casi dos tercios de los condados de Estados Unidos -el 63%- cumplen esas características, incluidos algunos estados enteros, como los de Florida, Luisiana y Arkansas, según datos de los CDC.
El 46% de los condados del país tiene un nivel “alto” de contagios -con más de 100 casos por cada 100,000 personas en la última semana-, mientras que el 17% tiene una incidencia “notable” -con entre 50 y 100 casos por cada 100,000 habitantes-, de acuerdo con los criterios de los CDC.
Los estadounidenses vacunados con la pauta completa pueden consultar el estado en el que se encuentra su condado en la página web de los CDC y evaluar si deberían empezar a ponerse cubrebocas en interiores. Aunque las directrices de los CDC no son de cumplimiento obligatorio, suelen marcar tendencia e influir en las medidas de las autoridades estatales y locales.
Por eso, y porque hace apenas unas semanas todos los mensajes del CDC apuntaban hacia una vuelta gradual a la normalidad, Walensky aseguró que le había “pesado mucho” tener que cambiar las recomendaciones.
Sin embargo, vio necesario hacerlo tras revisar nuevos estudios “preocupantes”, que indican que “en casos excepcionales, algunas de las personas vacunadas e infectadas con la variante delta pueden ser contagiosas”, explicó.
La funcionaria matizó que, según las estimaciones de los CDC, las vacunas de Covid-19 hacen que sea “siete veces” menos probable contagiarse de la variante delta y experimentar síntomas, y “veinte veces” menos probable ser hospitalizado o morir por la enfermedad, comparado con los no vacunados.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, opinó que las nuevas directrices de los CDC, sumadas a un aumento en las vacunaciones, permitirán al país “evitar el tipo de cierres, confinamientos, clausuras de escuelas y otros contratiempos” que se experimentaron en 2020.
“Espero que todos los estadounidenses que viven en las áreas cubiertas por las directrices de los CDC sigan (las recomendaciones), yo desde luego lo haré cuando viaje a esas áreas”, dijo Biden en un comunicado. Con información de EFE