El caricaturista Manuel Falcón recibió el Homenaje de Caricatura La Catrina 2018 en el auditorio Juan Rulfo, donde abundaron la risa y el humor. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara se ha reconocido por dar espacio a manifestaciones culturales de distintas ramas. En esta ocasión, con Portugal como país Invitado de Honor, el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta rindió honores al galardonado caricaturista político Manuel Falcón: la primera Catrina local desde que nació el homenaje.
En el presidio acompañaban a Falcón su colega, Trino; el rector de la UdeG, Miguel Ángel Navarro; la directora de la Feria, Marisol Schulz; el rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, Ernesto Flores Gallo, y el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, quien dio lectura a un cálido mensaje de bienvenida, en el cual manifestó: “Manuel Falcón es un monero muy querido por los tapatíos. Nuestro homenajeado representa a una generación de caricaturistas jaliscienses”, y describió al premiado como un maestro de la caricatura y de la retórica, con un peculiar sentido del humor. “La Catrina, no puede estar en mejores manos”, finalizó.
Para Ernesto Flores Gallo, hablar de Manuel Falcón es hablar de caricatura política, en la cual siempre es posible leer un complejo significado con un profundo análisis. Su caricatura, agregó, le puede pesar lo mismo al político como al empresario, o a los líderes religiosos. Con maestría, el galardonado ha demostrado a lo largo de su trayectoria que puede resumir toda una columna política en un solo cartón, y que el nivel de censura que provoque cualquier manifestación habla mucho de la creatividad de su autor.
El monero jalisciense Trino reconoció el homenaje a su amigo y colega Manuel Falcón, y recordó aquellos tiempos en que lo conocieron como profesor del ITESO. De ahí, agregó, nació la amistad entre Falcón, Jis y él, triada que comenzó la revista Uno no es ninguno y que empezó a unir a todo un grupo de potenciales moneros y caricaturistas con los mismos intereses. Con la seriedad propia de su humor, manifestó la felicidad que le produce ver a su amigo recibir un homenaje tan merecido. También propuso un cambio al reglamento de deliberación para que el homenaje sea dado exclusivamente a moneros de la zona Centro de Guadalajara: “No queremos moneros de Zapopan ni Tlaquepaque. Podría ser alrededor de Chapala”, manifestó, de tal manera que en algún momento él o Jis figuren como ganadores.
“Si no estás publicando, tu trabajo no tiene sentido”, expresó Manuel Falcón. Compartió que desde temprana edad decidió que sería caricaturista, y rápidamente se le reconoció en el salón de clases por su capacidad para transformar cualquier situación y verla desde una lente humorística. Autodefinido como microcartonista y microhistoriador de sucesos políticos, parafraseó al escritor Karl Kraus, y señaló que la sátira es destructiva y autodestructiva; se debe conocer el contexto para poder comprenderla, por lo cual es necesario producir y dibujar todos los días.
Recibir el homenaje representa para él un gusto, pues se abre la puerta a la caricatura local: “Parece que sólo lo que pasa en Ciudad de México importa”. Exhortó, además, la importancia de preservar el sentido del humor, sin importar la situación del país o el autoritarismo por parte de la clase política: “Los caricaturistas no somos nada sin la libertad de expresión”. La labor del caricaturista, finalizó, implica también neutralidad política: “Y humor por sobre todo. Si no hay sentido del humor, es propaganda”.