Los profesionales de la medicina recurren cada vez más a las nuevas tecnologías de comunicación para brindar asesoría médica y proteger su salud ante la emergencia sanitaria, expuso Alberto Lifshitz Guinzberg, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
El también integrante de las academias Nacional de Medicina de México y Mexicana de Cirugía sostuvo que, en la actualidad, se ponen a prueba los conocimientos y habilidades tradicionales de la profesión.
El fundador del Consejo Mexicano de Medicina Interna, dijo: «Hasta hace algunos meses se prejuiciaba la asesoría electrónica o telefónica, porque se ponderaba el contacto personal para poder escucharle el corazón al paciente, los pulmones, tocarle el abdomen; pero ahora esto no siempre es posible».
Por ello, la consulta telefónica, por ejemplo, es un recurso que, a pesar de haber sido satanizado, ahora es una herramienta muy valiosa, “todo ello está sufriendo modificaciones”, subrayó.
Lifshitz Guinzberg recordó: “No hay que perder de vista que muchos pacientes en cuidados intensivos nunca conocieron a su médico, y que los médicos se han tenido que colocar una foto sobre el pecho para que los enfermos puedan saber con quién están tratando, porque solo ven un individuo disfrazado para evitar el contagio”.
Ahora, continuó, debemos tener una relación con la cara tapada, y toda la magia de la expresión facial se puede perder.
“Tenemos que estar más cerca que nunca de los pacientes, y eso trae riesgos, ha habido muchos integrantes del personal de salud que han fallecido en esta pandemia. Pero eso está implícito en la profesión médica: poder contraer las enfermedades de nuestros pacientes; el miedo al contagio ha hecho que algunos médicos se restrinjan o se limiten en la atención”, subrayó.
Humano, humanista, humanístico
Alberto Lifshitz Guinzberg manifestó que esta emergencia sanitaria también impacta la forma en que los estudiantes abordan el aprendizaje de la profesión.
Ahora no tienen la seguridad de acercarse a los pacientes, platicar con ellos, emprender el interrogatorio, la conversación, por lo que la falta de práctica en los ciclos clínicos se sustituyó por maniquíes y simuladores electrónicos; es “como aprender a nadar fuera de la alberca”.
Para el especialista es importante tener presente que el trabajador de la salud es humano y además humanitario, benevolente porque busca el bien del otro, y esa es la esencia de la profesión médica; además, humanístico porque también cultiva las humanidades.
“La medicina tiene un pie en la ciencia, pero el otro está en las humanidades, no hay duda”, aseveró.
En oportunidad, Carlos Eduardo Gutiérrez Cruz, estudiante de la Licenciatura de Médico Cirujano de la FM, señaló que en la actualidad es un reto cursar la carrera durante este periodo de emergencia sanitaria.
“La Medicina requiere mezclar, así como los aspectos científicos y humanísticos, lo teórico con lo práctico, y se ha complicado la formación en algunos campos clínicos como lo veníamos haciendo previo a la pandemia”, concluyó.