La dirección de Banco Santander trasladó a los sindicatos su intención de lanzar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para un máximo de 4,000 personas, es decir, el 14.78% de su plantilla en España, y de reubicar a otros 1,100 empleados.
Para impulsar la flexibilización interna, la idea es reubicar a los trabajadores en otras sociedades del grupo, fundamentalmente en Santander Personal, el servicio de atención personalizada al cliente por canales remotos.
Además, la entidad también confirmó la puesta en marcha de un plan de recolocación externa, el cual será liderado de nuevo por la consulta Lee Hecht Harrison, del Grupo Adecco, según fuentes de la negociación consultadas por Europa Press.
Esta agencia participó en los ERE anteriores de la entidad y se compromete a que los trabajadores que se acojan al proceso pero quieran seguir trabajando puedan conseguir un nuevo empleo. En los casos anteriores consiguió encontrar otro trabajo a casi el 100% de los afectados.
Asimismo, Banco Santander planteó a la representación sindical la necesidad de cerrar en torno al 30% de su red de sucursales en España, es decir, entre 900 y 1,000 oficinas.
La entidad cuenta con 3,110 oficinas repartidas por el territorio español, según los últimos datos disponibles correspondientes al cierre del pasado mes de septiembre.
Banco Santander justificó esta decisión en el creciente uso que los clientes están haciendo de los canales digitales, con la previsión de que se multiplique tanto en transaccionalidad como en ventas en los próximos dos o tres años.
En esta línea, Santander habría recordado durante la reunión con los sindicatos que, a pesar del cierre de parte de la red, recientemente alcanzó un acuerdo con Correos para prestar servicios básicos financieros en más de 4,600 puntos de atención de la compañía postal. Esta alianza le permitirá ampliar su alcance a 1,500 municipios.
La intención del banco es llevar a cabo un plan de transformación y eficiencia para ajustar la dimensión en España a las nuevas realidades. Afectará a la red comercial, los servicios centrales y el centro corporativo.
Santander ya suprimió en 2019 más de 3,200 empleos, en el marco de una reestructuración vinculada a la absorción del Banco Popular dos años atrás, y que incluía igualmente el cierre de 1.150 oficinas.
Pese a la mejoría de las cuentas en el tercer trimestre, Banco Santander acusó con fuerza el impacto de la pandemia, con una pérdida de más de 9,000 millones de euros en los nueve primeros meses del año, la primera en la historia del grupo presidido por Ana Patricia Botín.
Santander no es el único que quiere suprimir empleos en España. El martes, el quinto mayor banco del país, el Sabadell, anunció su intención de eliminar 1,800 empleos como parte de una amplia reestructuración.
Los bancos españoles, devastados por la crisis financiera de 2008, prescindieron en la década siguiente de cerca de 100,000 trabajadores, lo que equivale al 37% del personal del sector en 2008, según datos de Comisiones Obreras. Con Información de El Economista.