Expertos de la Organización Panamericana de la Salud advirtieron que el continente americano se encuentra todavía en una “larga primera ola” de casos de COVID-19.
El doctor Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, informó que en los últimos siete días se ha reportado casi un millón de nuevas infecciones en la región, una de las peores semanas para el continente desde que comenzó la pandemia.
“Estados Unidos batió récords la semana pasada en cuanto a nuevas infecciones reportadas diariamente y estamos viendo tendencias crecientes en algunas provincias y estados de otros países de América del Norte, México y Canadá están impulsando las tendencias”, aseguró.
Barbosa, recordó que ya son más de 20 millones que se han infectado con COVID-19 en América, y de ellas 650,000 han muerto.
“Somos el hogar de más de uno de cada cuatro casos y un tercio de las muertes por coronavirus en el mundo”, dijo.
El experto recalcó que, si bien el número acumulado de nuevas infecciones continúa aumentando, es importante recordar que la perseverancia demostrada por muchos países en la implementación de medidas ha sido eficaz para aplanar la curva y proteger los servicios de salud
“Chile, por ejemplo, ha logrado reducir cuatro veces sus tasas de infección desde julio. Del mismo modo, Paraguay también ha disminuido las tendencias desde septiembre después de experimentar un pico de infecciones Y aunque Uruguay ha experimentado grupos de casos, ha podido evitar la transmisión comunitaria”, expresó.
Barbosa señaló que estos casos subrayan por qué es tan importante que las autoridades nacionales y locales implementen todas las medidas de salud pública necesarias. “Y por qué todos debemos seguir tomando precauciones individuales: porque funcionan”, recalcó.
Huracán ETA afectará en materia de salud también
Los expertos de la OMS también manifestaron su preocupación por la situación de países como Nicaragua, Honduras, Guatemala y el Salvador tras el paso del huracán ETA sobre Centroamérica y dijeron que las autoridades y la población deben estar alerta, ya que se trata de una situación que aumenta el riesgo de la pandemia.
“Este huracán llego a categoría máxima y afecta a la región al mismo tiempo que se enfrentan al COVID-19”, expresó Ciro Ugarte, director de emergencias de la OPS.
Ugarte dijo que las últimas cifras obtenidas por la información indicaban fallecidos en varios países, así como 24,000 personas en 1400 refugios en toda la región, una situación que podría aumentar debido a las lluvias y los vientos remanentes.
“Once centros de salud en Nicaragua han reportado que tienen daños, en Honduras hay dos hospitales que tienen dificultad de acceso por carretera y están sin comunicaciones. Estos son algunos de los efectos que con el COVID-19 van a tener un impacto directo sobre los pacientes”, alertó.
Asimismo, Ugarte expresó que la posibilidad de que aumente la transmisión en los lugares de refugio o en zonas donde hay aglomeraciones de personas “son temas de extrema importancia”.
“La OPS desarrolló una guía sobre manejo de albergues en situaciones similares a la del COVID-19 y ha sido traducida al español y recordamos que las medidas de uso de mascarillas, distanciamiento físico y la higiene de manos son absolutamente necesarias”, agregó.
El experto dijo que Nicaragua movilizó equipos médicos de emergencia ante la llegada del huracán para reforzar los servicios de salud.
“Esperamos que con la participación de todas las instituciones podamos enfrentar esta emergencia, la del COVID-19 así como la del huracán ETA, son responsabilidades multisectoriales”, acotó.