«Si es cierto que mi esposo estaba mal de salud, pero lo empujaron (con la aplicación de la heparina sódica contaminada en el Hospital de Pemex en Tabasco) y mi esposo murió, era todo para mí, mi esposo estaba conmigo en la casa y ahora estoy completamente sola, si están mis hijos, pero ellos están con su familia, tienen sus obligaciones», así lo relató la señora Ulda Antonio Enríquez, al informar que su esposo Vicente Contreras Parra finalmente falleció tras meses de sufrimiento y dolores tras aplicarle un medicamento contaminado en ese nosocomio en Villahermosa.
En entrevista para Ciro por la Mañana en Grupo Fórmula, la viuda lamentó el deceso -este fin de semana- de su esposo Vicente Contreras Parra y recordó que él era un hombre de 68 años que recibía hemodiálisis desde hace ocho años y «nunca había ocurrido esto, sí habíamos sufrido de falta de medicamento, nosotros hasta lo pagábamos cuando no había en el hospital», reprochó.
No se explica -agrega- como aplicaron ese medicamento a los pacientes, incluso, refiere, que las enfermeras le dijeron al doctor José Luis Oramas que estaban sucios, pero él les dijo: «fíjense en la caducidad, no en como viene el medicamento», como permitieron eso, continuó entre lágrimas la señora Ulda advirtió hubo negligencia el actuar de las autoridades de salud de Petróleos Mexicanos.
Además la señora Ulda Antonio exigió justicia: «Nada pasó con los funcionarios de Pemex (Octavio Romero, Rodolfo Lehmann y José Luis Oramas), al doctor Oramas solo lo movieron de lugar y creo que le dieron un mejor puesto».
«Pensamos que habría responsabilidades que abarcarían más personas pero solo se sabe que que esa persona (José Roche Pérez proveedor del medicamento heparina sódica) trabajó antes ahí y que supuestamente vendió un medicamento en mal estado», expuso.