En Suecia la Real Academia de la Ciencias Sueca de Estocolmo, otorgó el Premio Nobel de Química a la francesa Emmanuelle Charpentier y a la estadounidense Jennifer A. Doudna por su trabajo relacionado con el desarrollo de un método para la edición del genoma.
El galardón quiere recompensar «el desarrollo de un método de edición de genes» que «contribuye a desarrollar nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias», subrayó el jurado en Estocolmo.
Charpentier, de 51 años, y Doudna, de 56, se convierten así en la sexta y séptima mujer que ganan un Nobel de Química desde 1901. Y que también ganó la francesa, Marie Curie.
En junio de 2012, las dos genetistas y su equipo describieron en la revista Science una nueva herramienta con la que se podía simplificar el genoma. El mecanismo se llama Crispr/Cas9 y es conocido como «tijeras moleculares».
El pasado año, el Nobel de Química premió al estadounidense John B. Goodenough, el británico Stanley Whittingham y el japonés Akira Yoshino, por el desarrollo de las baterías de ion-litio recargables, presentes en cualquier dispositivo inalámbrico actual, desde los teléfonos móviles a los ordenadores portátiles que utilizamos a diario. La creación de esta batería potente y ligera puede hacer posible «un mundo libre de combustibles fósiles», explicaban desde Estocolmo.