El doctor Éctor Jaime Ramírez Barba, médico prestigioso, ex titular de salud en Guanajuato y alguna vez, presidente de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados, publica en El Economista sus consideración del porqué el sistema de salud mexicano está en crisis:
1.- La disminución del gasto público en los últimos cuatro años, cayendo a 2.4% del PIB, crítico también para las instituciones de seguridad social.
2.- La llegada de la pandemia por el SARS-CoV-2 y la mala gestión de ésta habiendo causado a la fecha una mortalidad inaceptable y gran incertidumbre por la falta de dimensión del problema.
3.- La desaparición del Seguro Popular y la instauración anómala aún del INSABI, concurrente con dos instrucciones presidenciales: el “austericidio” republicano y la concentración de las compras en la oficialía mayor de Hacienda con nano esfuerzos macro desintegrados entre todas las instituciones y aún dentro de ellas.
El doctor y diputado federal considera que la falta de medicamentos e insumos para la salud han sido el común denominador de este gobierno que lleva ya 621 días y no entiende que no entiende. De la falta de medicamentos para tratamientos de pacientes con VIH/SIDA a la visible falta de medicamentos oncológicos atravesando con una falla plena de planeación, programación, adquisición y distribución son hoy día la constante de la desesperación que ha obligado a ir a buscar fuera del país lo que aquí hay suficiente en calidad, cantidad y sobre todo seguridad y cuyo pronóstico será ominoso para millones de mexicanos.
Ramírez Barba expone la incompetencia en la Secretaría de Salud y del INSABI que encabeza el arquéologo Juan Antonio Ferrer y recuerda las propias palabras de la ex subsecretaria de Salud Federal, la doctora Asa Cristina Laurell quien dijo: “necesitamos tener funcionarios que conozcan la realidad del país; no puede ser que esté sentado en la Ciudad de México y no conozca lo que son los problemas reales que tiene el país.” Y respecto al director del INSABI Juan Ferrer: “Lo que estoy viendo es la ignorancia sobre el Sistema de Salud del titular de INSABI, quien nunca ha trabajado en Salud, y que se ve que tampoco se puso a estudiar cuáles son los problemas reales”.
Con sustento en su incompetencia y desconocimiento del Sector Salud en lo general, con ausencia del Programa Sectorial de Salud y la Normatividad para el propio INSABI, Juan Ferrer firmó el 31 de julio de 2020, un convenio con la UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos). La modalidad de Proyecto Específico de Implementación es para la ejecución de la Adquisición de Medicamentos y Material de Curación, a través de mecanismos que proporcionen las mejores condiciones disponibles al INSABI en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias aplicables.
El proyecto del INSABI con UNOPS tendrá un costo directo para el Gobierno de México de 6,000 millones de dólares y un costo indirecto (comisión por el proyecto) de 109 millones de dólares, pagaderos por adelantado (dos mil cuatrocientos millones de pesos por incompetencia para empezar).
El INSABI adquiere la responsabilidad de preparar la lista de medicamentos y material de curación y de las especificaciones técnicas detalladas, así como de la recepción y aceptación de los medicamentos y material de curación, para su posterior distribución y lo peor es que no ha demostrada nada de eficiencia.
Además, el Gobierno Federal y el INSABI tienen la obligación de apegarse en las compras a un Plan Sectorial de Salud inexistente hoy en día. Tienen también que asegurar condiciones de igualdad con la industria farmacéutica mexicana como garantizar estándares de calidad no menores a los que exige México, incluyendo pruebas de intercambiabilidad, certificados de buenas prácticas de fabricación, farmacovigilancia y plan de manejo de riesgos.
Deberán de contar medicamentos e insumos con registro sanitario en México o en agencias reconocidas o de acuerdos de equivalencia con México como Estados Unidos de América, Canadá, Japón, Países Europeos y Australia, así esperemos que .a incompetencia del INSABI no salga peor que la enfermedad.