Con tres dirigentes en menos de una semana, Morena Tabasco está sumida en una profunda crisis que ayer tocó fondo, primero con la destitución de César Burelo, luego con la autoproclamación de Jesusita López intentando dar el clásico ‘madruguete’ y finalmente, con el nombramiento de Pedro Hernández como nuevo líder interino por las huestes morenistas que con mayoría de consejeros impusieron a la nueva dirigencia estatal.
A raíz de la destitución de César Burelo como dirigente estatal de Morena en Tabasco, los grupos políticos afines a ese movimiento -que llevó al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador a la presidencia-, se alborotaron y las corrientes morenistas se involucraron en el proceso de buscar una nueva dirigencia, ya que por mandato del Instituto Nacional Electoral se encontraba vacante.
Hace menos de una semana, se dio a conocer que la subdelegada regional de Programas Integrales para el Bienestar en la entidad, Jesusita López Garcés, renunciaba a su cargo, justificando su separación laboral por aspiraciones partidistas, y desde ese momento se dio a conocer la posibilidad de que en los siguientes días asumiría la dirigencia de Morena, intentando un ‘albazo’.
Al mediodía de ayer martes 21 de julio, Jesusita López Garcés se auto presentó ante los medios de comunicación como presidenta interina del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, de acuerdo, dijo, al artículo 32 apartado b del estatuto partidario, y denunció que por la tarde intentarían destituirla del cargo, al igual que el presidente del Consejo Político Estatal, José Eduardo “Chelalo” Beltrán Hernández, como finalmente ocurrió.
Según López Garcés, por estatutos ella era la legítima presidente interina de Morena ante la revocación del nombramiento de César Francisco Burelo como delegado y presidente en funciones de la dirigencia estatal de Morena, por parte del Instituto Nacional Electoral (INE).
Jesucita convocó a medios y leyó un posicionamiento en el que acusó al Gobierno Estatal -que encabeza Adán Augusto López Hernández- de estar detrás de su “destitución” e intervenir en la vida interna de Morena.
Por la tarde, y con un total de 41 votos, fue elegido como presidente interino del partido Morena, Pedro Hernández. Al finalizar la asamblea, Hernández declaró: «lo único que les puedo decir es que fui elegido por el Comité Ejecutivo Estatal, me propusieron y acepté”. En la asamblea también fueron nombrados como presidente del Consejo Político a Euclides Alejandro Alejandro y como Secretaria General del Partido a María de los Ángeles Chablé Ocaña.