Derivado de la pandemia que ha azotado al mundo entero, surge una nueva amenaza para la vida marina y los hábitats de la vida silvestre: los cubrebocas desechables.

El efecto negativo al medio ambiente ya se pude observar en las playas y senderos de Hong Kong, y es que la mayoría de los 7.4 millones de habitantes los han estado usando diariamente durante semanas, pero sin tener las precauciones adecuadas al momento de desecharlos, por lo que han ido a parar a los campos y mares, siendo confundidos con comida por las especies animales que habitan esos ecosistemas.

Gary Stokes, fundador del grupo ecologista Oceans Asia, indicó que existe gran preocupación por el impacto ecológico que los cubrebocas desechables puedan traer en escala global, ya que su efecto negativo se ha empezado a sentir cuando recién van entre seis y ocho semanas desde que se inició su uso masivo, por lo que proyectan que el impacto en un mediano plazo sea desastroso.

La ciudad densamente poblada de Hong Kong lleva años intentando resolver su problema con los residuos plásticos. La cultura de comer fuera de casa, la comida rápida y la comida para llevar han alimentado una creciente marea de plásticos de un solo uso; a este problema viene a sumarse la poca conciencia en el desecho de los cubrebocas, los cuales agregan una agravante: la propagación de gérmenes que en ellos habitan.

Las asociaciones ambientales han hecho un llamado a la sociedad para que tomen conciencia de la importancia de proteger al medio ambiente, además de protegerse a ellos mismos con el uso de cubrebocas desechables, ya que de no pensar en el conjunto podrían haber graves consecuencias para el medio ambiente. ¡Cuidemos el medio ambiente!

 

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