De acuerdo a información de CNN, un virus mortal amenaza con aniquilar poblaciones enteras de conejos en varios estados de América del Norte. Se trata de una cepa de la enfermedad hemorrágica viral del conejo (RVHD, por sus siglas en inglés), la cual apareció recientemente en el oeste de Estados Unidos; se estima que de continuar propagándose, podrá afectar a más de una decena de especies de conejos en el país y a sus ecosistemas.
Esta enfermedad no está vinculada con el coronavirus y sólo afecta a los conejos libres, quienes pueden propagarlo entre sí, pero no infecta a los seres humanos.
Este virus de la enfermedad hemorrágica del conejo tipo 2 puede causar hinchazón y sangrado, y con frecuencia se descubre posterior a que el conejo ha muerto; la única similitud entre esta enfermedad y el Covid-19 es que esta enfermedad también saltó de una especie a otra: es probable que se haya originado de conejos domésticos y saltado a los conejos salvajes de una forma acelerada.
Se cree que esta enfermedad se originó hace al menos una década en conejos europeos, ya que abarcan a la mayoría de los conejos domésticos vendidos en Estados Unidos; luego, a principios de marzo se descubrió otra cepa en conejos salvajes en el sur de Nuevo México, y posteriormente se encontraron conejos muertos cerca de El Paso, Texas, Arizona, Colorado, y en mayo en California.
Aún no existe certeza de cómo llegó el virus tipo 2 a Estados Unidos, sin embargo existe la posibilidad de que se haya abierto paso a través del comercio doméstico de conejos, o incluso su carne, al estar circulando en el norte de México.
Dado que la enfermedad es nueva, no existen datos sobre las muertes relacionadas, por lo que no se sabe con seguridad si se darán brotes concentrados en áreas locales, o se generarán muertes generalizadas en todo el país; por otro lado, expertos señalan que sea cual sea la evolución de los contagios, la enfermedad ocasionará graves afectaciones a los ecosistemas, ya que no sólo se verá mermada la población de conejos, sino que se verán en riesgo sus depredadores naturales.
“Los conejos, dondequiera que se encuentren, tienden a tener un impacto relativamente sólido en su entorno porque son herbívoros primarios”, señaló. “Si el impacto del virus será tal que veremos cambios ecológicos muy drásticos como efecto, eso aún se desconoce”, señalan los especialistas.