En todo México, se registran ya más de 100 fallecimientos ocasionados por beber alcohol adulterado en las últimas dos semanas; esto como resultado de la escasez de cerveza al ser limitada su producción, por considerarse un producto no esencial.
El alcohol que ha estado circulando sin regulación, es potencialmente tóxico, ya que se elabora a base de sustancias peligrosas como el metanol, y ha sido altamente solicitado ante la suspensión de producción de firmas como Heineken y Grupo Modelo.
Autoridades han insistido en alertar a la población para que se abstenga de consumir estos productos, sin embargo las muertes lejos de disminuir, han aumentado después del pasado diez de mayo, en estados como Jalisco, Yucatán, Puebla y Morelos.
En Puebla, en el municipio de Chiconcuautla, las autoridades informaron que se confiscaron 200 litros de alcohol local conocido como refino; por su parte, en Yucatán, el gobierno estatal restringió la venta de alcohol desde el pasado mes de abril, sin embargo estas medidas no han logrado detener la circulación y consumo de estas bebidas adulteradas.
En abril, en su llamada de estados financieros, el conglomerado mexicano FEMSA, propietario de la popular cadena de tiendas de conveniencia Oxxo, dijo que tenía un inventario de cerveza de alrededor de 10 días; la empresa cervecera Heineken informó a sus clientes que las operaciones en las plantas se mantienen inactivas y que solo se realizan labores para preservar su infraestructura.
En un comunicado, Heineken apuntó que alineados con la política de salud que se deriva de la emergencia de Covid-19, “nuestras operaciones de producción y distribución continúan suspendidas”. Esta industria es la que más aporta a las exportaciones agroalimentarias del país, pues el año pasado el valor de los envíos de esta mercancía al exterior superó cuatro mil millones de dólares, lo que representa una cuarta parte del total del sector primario.