Una nueva versión del origen del Covid-19 se ha viralizado en redes sociales, siendo en esta ocasión señaladas figuras como Bill Gates, la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el Instituto de Virología de Wuhan. Con el hashtag #GatesHacked, miles de internautas se han dado a la tarea de recopilar información de las fuentes que aseguran haber hackeado a estas tres organizaciones y haber obtenido miles de correos electrónicos, contraseñas y documentos que apuntarían a que el Covid-19 fue creado en el laboratorio de Wuhan, e inducido deliberadamente, involucrando directamente a Bill Gates y el Instituto de Virología de Wuhan.
Uno de los documentos filtrados narra que el pasado 19 de octubre de 2019, la Dra. Zhengli Shi tomó un autobús desde el Instituto de Virología de Wuhan, se detuvo a mitad de su viaje, abrió su maleta, y colocó una pieza de hielo seco cerca de una salida de aire del mercado de Wuhan. También indica que este mercado en particular fue elegido porque se encuentra en el mismo edificio que el centro de la red ferroviaria de alta velocidad más grande del mundo, y porque no estaba fuera de su ruta regular de viaje; además indican que este evento fue capturado vía CCTV.
Piratas informáticos aseguran, según la documentación recabada, que el laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan habría recibido fondos del Dr. Fauci quién es antiguo director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos.
De acuerdo a información publicada en The Washington Post, un experto en ciberseguridad, el australiano Robert Potter, confirmó que los datos filtrados de la OMS son auténticos. Y de hecho aseguró que pudo acceder a sus sistemas informáticos utilizando dichas cuentas de correo y contraseñas. Los documentos fueron publicados primero en la “Deep Web”, para luego ser redistribuidos en redes sociales de acceso general, como Twitter y Telegram.
Aunque ninguno de los tres organismos se ha pronunciado al respecto, The Washington Post informó que la Fundación Gates se encuentra monitoreando la situación, aunque no tienen pistas de que se haya producido una filtración en sus sistemas de seguridad. Por su parte, el FBI también se negó a emitir comentarios al respecto.