El feminismo es un movimiento político, social, académico, económico y cultural, que busca crear conciencia y condiciones para transformar las relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas, y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres. Los antecedentes del movimiento a nivel mundial se ubican a finales del siglo XVIII, pero la actividad pública más visible se ubica en los últimos años del siglo XIX. A lo largo del tiempo, las perspectivas del feminismo se han multiplicado y diversificado, lo que obliga a hablar de la existencia de feminismos, en plural, y no restringir la variedad de enfoques en una sola categoría. Por mencionar algunas de las variantes del feminismo, podemos mencionar: feminismo liberal, feminismo radical, feminismo socialista, ecofeminismos, feminismo cultural y de la diferencia, feminismo de la igualdad, feminismo comunitario, feminismos afrodescendientes, entre otros.
En la trayectoria de los feminismos en México, mujeres destacadas y organizadas han logrado tender puentes con los tres poderes y ámbitos de gobierno, para incluir la igualdad entre mujeres y hombres en las leyes, en la agenda y las acciones de las políticas públicas. «Sigue existiendo una deuda histórica con las mujeres: hay una agenda feminista urgente que atender en todo el mundo”, plantea Verónica García, en entrevista con Deutsche Welle, desde México. Y son muchas las que así lo ven. Por eso, para luchar por esa agenda, de modo coordinado y con perspectiva internacional, lideresas y activistas de todo el mundo se reunirán en la capital mexicana para fundar la «Internacional Feminista».
Prevén diseñar «un espacio de discusión y construcción que atienda las necesidades concretas de nuestra época y realidad”, indica García, una de las organizadoras del encuentro. «La necesidad de la lucha en contra del patriarcado capitalista exige la organización colectiva e internacional de feministas para impulsar una agenda común a favor de la igualdad y las vidas libres de violencias machistas”, afirman en su «Manifiesto Fundacional”. Asimismo, destacan «la importancia de sostener relaciones transfronterizas, para aprender de las conquistas, experiencias y resistencias a nivel global”.
Una iniciativa global
La iniciativa tiene el respaldo de medio centenar de lideresas, políticas y legisladoras de una treintena de países de América Latina, Europa y Asia, «y el objetivo es que se luego se sumen también colectivos y organizaciones”, indicó García. Entre las convocantes a la creación de esta plataforma se cuentan representantes latinoamericanas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. También europeas de Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia e Italia, así como asiáticas de India y Bangladesh, y lideresas palestinas, entre otras.
El mundo en crisis
La cita se desarrollará, además, en un momento en que «el mundo se encuentra atravesado por fuertes crisis económicas, políticas, sociales, sanitarias, alimentarias y ambientales”, destaca la convocatoria. «El feminismo es un proyecto de sociedad que mejora las condiciones de vida de la humanidad y su relación con el planeta, porque es capaz de ofrecer las respuestas a los retos que enfrentamos actualmente”, consignan, asimismo, en el escrito.
Y es, también, «una invitación a repensar las formas en que históricamente se han tomado las decisiones, es una forma de cuestionar las estructuras jerárquicas de desarrollo del poder androcéntricas y masculinas que han dominado el espacio público y la política en todas sus formas”, sostienen. «En este escenario, creo que esta iniciativa no solo es necesaria, sino que es urgente”, asegura Laura Franco, abogada, defensora de los derechos humanos de las mujeres y activista venezolana, en diálogo con DW.
La unión hace la fuerza
«No podemos postergar más el encuentro de activistas feministas del mundo, capaces de hacer un análisis de la situación adversa que atravesamos, para construir colectivamente una respuesta”, sostiene, en este sentido, Franco. «Será salir un poco de lo cotidiano que puede ser nuestra lucha en cada uno de nuestros países”, dice sobre el funcionamiento de la organización.
«Las batallas que nos tocan librar son muy duras, pero se vuelven mucho más difíciles cuando nos sentimos solas”, apunta la experta. «Es clave sentir que nuestros dolores son compartidos, y que podemos superar la dispersión”, resalta sobre las virtudes de la iniciativa. «Nuestros sueños son utopías realizables, un mundo de oportunidades está ahí, la revolución de las mujeres en este siglo es clave”, concluye entusiasmada.