El tabaco causa 8 millones de muertes cada año, los fumadores tienen más probabilidades que los no fumadores de presentar un cuadro grave de COVID-19. De los beneficios de dejar de fumar son casi inmediatos, a los 20 minutos disminuye la frecuencia cardíaca. A las 12 horas, las concentraciones de monóxido de carbono en la sangre vuelven a la normalidad, entre la segunda semana y los tres meses, la circulación y la función pulmonar mejoran.

¿Quieres dejar de fumar? No tienes que abandonar este hábito de la noche a la mañana. Sin embargo, cada vez que enciendas un cigarrillo, hazlo de pie, en un lugar apartado, sin nadie alrededor, y fuma mirando a una pared lisa.

Esta es una de las principales pautas que da la cardióloga Jaqueline Scholz a los fumadores que acuden a la consulta y quieren dejar de fumar.

La especialista es profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP) y dirige el Programa de Tratamiento del Tabaquismo del Instituto do Coração (InCor), también en São Paulo, uno de los principales y más exitosos ambulatorios de apoyo fumadores en Brasil.

Scholz relata que la idea de crear la técnica, denominada «fumar como castigo«, nació en 2015, durante una conversación con un paciente.

«Me miró a la cara y me dijo: ‘Doctora, usted me hizo gastar dinero en medicamentos y dijo que perdería el placer de fumar, pero eso no sucedió'», recuerda.

«Ahí fue cuando me vino la idea: me levanté de la silla, miré hacia un lado y dije: ‘Quiero verte disfrutar fumando de pie, mirando solo una pared'».

La sencilla receta fue objeto de un artículo científico publicado el año pasado, que la especialista escribió en sociedad con colegas de la USP y de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), además de un representante del Departamento de Cardiología Preventiva del Hospital Universitario de Oslo, en Noruega.

El estudio comparó un grupo de pacientes que se sometieron a un tratamiento estándar para dejar de fumar (medicamentos y asesoramiento en el consultorio) y otro grupo a los que, además de las terapias convencionales, también se les indicó que fumaran como castigo.

Los resultados muestran que, 12 meses después del inicio del seguimiento, 34% de los participantes del primer grupo (tratamiento estándar) habían dejado de fumar por completo.

Entre quienes al inicio del proceso adoptaron la intervención extra (tabaquismo de castigo), este número fue del 65%, que equivale a un aumento de 31 puntos porcentuales en la tasa de éxito.

En pacientes que no responden tan bien a la vareniclina, se pueden asociar otros recursos farmacéuticos, como antidepresivos y parches de nicotina.

Junto a los medicamentos, el tratamiento para dejar de fumar incluye seguimiento médico, sesiones de asesoramiento y aquellas pautas básicas sobre cuándo y cómo dejar de fumar.

Limitaciones y oportunidades

Si bien esta línea de tratamientos establecidos funciona para una parte de los pacientes, otros que quieren dejar su adicción no responden bien.

Incluso con todos los cambios en los receptores y comportamientos del cerebro, los cigarrillos siguen siendo una importante fuente de placer para ellos.

«Sabemos que el placer de fumar tiene una asociación con los recuerdos hedónicos, y no hay medicamentos que funcionen en estos aspectos», dice Scholz.

Resultados prometedores

Para evaluar la técnica de fumar como castigo, Scholz reunió a un equipo de profesionales de la salud y analizó datos de pacientes que habían pasado por la clínica entre 2011 y 2018.

El primer grupo, compuesto por 324 fumadores, recibió un tratamiento estándar que, además de la medicación, incluía la estrategia de definir una fecha de abandono total del hábito.

El segundo, que incluía a 281 pacientes, tomaba vareniclina y los demás fármacos, pero no se les indicaba que dejaran de hacerlo de golpe: podían fumar todo lo que quisieran, siempre que respetaran esas reglas básicas de la técnica: de pie, aislados, mirando una pared.

Al cabo de tres meses, el 45% de los participantes del grupo 1 había dejado de fumar, frente a 75% del grupo 2.

Casi un año después del inicio del seguimiento, esta tasa era de 34% y 65%, respectivamente.

 

Por Redaccion Digital

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