En Norteamérica la reciente crisis en la que miles de migrantes haitianos intentaron cruzar a Estados Unidos a través de la frontera en Del Río, Texas, es un recordatorio «doloroso» de que hay «más trabajo por hacer» para lograr una hasta ahora esquiva reforma migratoria amplia, consideró el expresidente Barack Obama.

Hace un par de semanas, cerca de 15,000 migrantes haitianos se congregaron en esa pequeña ciudad texana, el último punto de su viaje por América del Sur y Central en un esfuerzo por llegar a suelo estadounidense. Muchos de ellos ya tenían años en Brasil y Chile pero decidieron emigrar a la Unión Americana.

Del Río, es una comunidad fronteriza de Texas con menos de 36,000 habitantes y que se ha convertido en el epicentro de una ola migratoria en esa zona de la frontera sur tras la llegada de más de miles de personas que intentan cruzar al lado norteamericano.

Una parte de ellos fue deportada por el gobierno de Joe Biden a Haití y otra regresó a México a esperar para otra vez intentar pedir asilo en Estados Unidos, en medio de escenas que generaron críticas como una en la que se vio a agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo tratando de impedir su paso. Lazándolos como animales.

Sobre este tema, el expresidente Obama en una entrevista con el programa Good Morning America dijo: «Es un recordatorio doloroso de que todavía no tenemos esto de la manera correcta y que tenemos más trabajo por hacer».

«La inmigración es un tema difícil. Siempre lo ha sido porque, por un lado, creo que de forma innata somos personas que quieren ayudar a otras. Y vemos la tragedia y las dificultades y familias que de forma desesperada intentan entrar para que sus hijos estén seguros (…) Pero al mismo tiempo, somos una nación y tenemos fronteras. La idea de que simplemente podemos tener fronteras abiertas es algo que, en la práctica, es insostenible», sentenció.

El más reciente esfuerzo demócrata para avanzar una reforma migratoria sufrió un revés cuando una figura clave del Senado, la asesora cuyo cargo se conoce en inglés como parlamentaria, determinó que ese tema no podía ser sumado a un amplio proyecto de presupuesto para planes sociales. Los demócratas dijeron que buscarán otras vías para regularizar a millones de migrantes indocumentados, pero el camino luce cuesta arriba ante el complicado ambiente en Washington DC.

En los pasados días, el puente en Del Río donde los miles de migrantes buscaron protegerse del calor y el sol fue desalojado, según confirmó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés). Su jefe, Alejandro Mayorkas, dijo que fueron expulsados bajo criterios de seguridad relacionados con salud pública, específicamente el Título 42, no aplicando leyes migratorias.

«Muchos migrantes se enfermaron y es un tema imperativo de salud pública», dijo el secretario.

Muchos factores inciden

Sibylla Brodzinsky, la vocera regional de ACNUR en América, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados explicó que ha sido por una combinación de factores que van desde la pérdida de empleos en los países de residencia, en parte en medio de la pandemia del covid-19 y la demora en poder regularizar su situación migratoria ahí. También la desinformación sobre supuestas posibilidades en otros países como Estados Unidos.

Esa agencia ha estado siguiendo la travesía de los migrantes haitianos por América y conoce de primera mano el porqué decidieron emprender su viaje hacia el norte tras haberse apostado por años en países como Chile.

¿Desprevenidos en Estados Unidos?

Lo cierto es que la falta de preparación condujo a las condiciones inhumanas bajo el puente de Del Río, Texas, así como a las impactantes escenas de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo intentando intimidar a los migrantes para que cruzaran el Río Grande.

¿Por qué al gobierno de Joe Biden le tomó tan desprevenido, especialmente después de las experiencias anteriores con las ‘caravanas’ de migrantes de Centroamérica?

«Lo que me sigue sorprendiendo es que ni Estados Unidos ni México parecen tener inteligencia y capacidad para monitorear cómo la gente está siendo contrabandeada a través de México», dijo Ali Noorani, presidente del Foro Nacional de Inmigración.

«A menos que 3,000 hondureños se alineen en una caravana, empujando cochecitos de bebé. ¿Son tanto México como Estados Unidos incapaces de entender cómo se mueve la gente en grandes cantidades?», añadió.

Según las entrevistas con migrantes haitianos, funcionarios estadounidenses, analistas de Haití y expertos en inmigración, una confluencia de factores parece haber provocado el repentino y brusco aumento en Del Río, un campamento improvisado que terminó siendo despejado completamente.

Entre esos factores está el hecho de que muchos migrantes perdieron sus trabajos en América Latina debido al covid-19, así como la confusión sobre las políticas de inmigración de la administración de Biden.

Miles de haitianos han quedado atrapados en las ciudades fronterizas de México desde 2016, cuando el gobierno de Obama puso fin a una política que inicialmente les permitió entrar por razones humanitarias tras el devastador terremoto de 2010 en la capital haitiana, Puerto Príncipe, que acabó con la vida de 250,000 personas. Otros miles emigraron a Chile y Brasil con la esperanza de llegar a Estados Unidos.

Los mensajes en Internet que promocionan a ciudad Acuña, frente a Del Río, comenzaron después de que el presidente Biden asumiera el cargo y comenzara a revertir algunas de las políticas de inmigración de la administración Trump. Algunas publicaciones en las redes sociales que la recomiendan parecen provenir de contrabandistas de personas que buscan hacer negocio, según los defensores de los inmigrantes.

Biden y Trump culpables

«Ya que este movimiento lleva años, ¿por qué el gobierno no movilizó más esfuerzos?» para encontrar una solución, agregó el experto, diciendo que tanto la administración de Trump como la de Biden eran culpables.

En lugar de hacer cumplir sus propias leyes de inmigración, los funcionarios de Centroamérica en particular están dejando que los migrantes fluyan ilegalmente a través de su territorio, facilitando un flujo medio de al menos 650 personas en autobús por día, dijo un funcionario de la región a Univision Noticias.

Los haitianos comenzaron a cruzar a Del Río este año, pero su número se disparó después de que terminara un programa de la administración Biden que abrió brevemente la puerta a algunos solicitantes de asilo, según la Alianza Puente Haitiano, con sede en San Diego, que aboga por los migrantes haitianos. El programa permitía la entrada de un número selecto de personas que los grupos humanitarios consideraban de alto riesgo en México.

 

Por Jorge A. Leyva

Periodista. Licenciado en Comunicación. Columnista en Agenda Setting Diario. Comentarista de política en radio. Journalist. Fan del Café Necesario Marketing Político y Social Media Publicidad: [email protected]

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