Para los mexicanos que no están enfermos de Covid y no tienen acceso a la seguridad social, tampoco hay suficientes medicinas, material médico o equipo para atenderlos. El IMSS e ISSSTE no los reciben, como lo prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador hace un año, al crear el Insabi y desaparecer el Seguro Popular. Los hospitales de la Secretaría de Salud sólo les dan la atención médica porque no hay para más.

¿Qué ha hecho el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) a un año de su creación? Eso se preguntan millones de mexicanos que no son atendidos en ninguna de esas instituciones y que no presentan síntomas por Covid.

El INSABI inició funciones el 1 de enero de 2020 “como un órgano descentralizado de la Secretaría de Salud y los servicios que ofrecerá serán bajo criterios de universalidad, igualdad e inclusión”, publicó la Secretaría de Salud el 30 de diciembre de 2019.

La Constitución ordena la protección de la salud de todas las personas, así como la Ley General de Salud en su artículo 77 Bis, que plantea que quienes no tienen acceso a la seguridad social tienen derecho a recibir de forma gratuita la prestación de servicios públicos, medicamentos y demás insumos asociados. Mandato que no cumplen ni las mismas autoridades federales.

En México, 69 millones de personas, es decir, poco más de la mitad de la población, no tiene acceso a la seguridad social.

“El Insabi tendrá por objeto proveer y garantizar la prestación gratuita de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados a todas las personas sin seguridad social, incluidos extranjeros, sin importar su estatus migratorio”, refiere el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación.

Sólo en los hospitales de la Secretaría de Salud les dan la atención médica, y eso por el decreto que se emitió apenas el pasado 1 de diciembre, luego de once meses de haberse creado el Insabi.

Los enfermos se quejan de que tienen que pagar las medicinas, las radiografías, el material médico y todo lo demás que se requiera, porque el compromiso del presidente López Obrador fue que se les daría “atención de primera” totalmente gratis.

No hay recursos ni medicinas

Los hospitales no tienen recursos ni lineamientos oficiales para operar y atender a los millones de mexicanos que carecen de seguridad social en el país.

Los médicos se quejan de la sobrecarga de trabajo, de la falta de reglas para operar y del poco presupuesto que reciben, por lo que en algunos hospitales, como el Instituto Nacional de Pediatría (INP), han decidido posponer las operaciones de los infantes y sólo atender los casos urgentes, porque no hay medicinas, ni recursos económicos para atenderlos.

En otros hospitales de la Secretaría de Salud ubicados en la ciudad de México, como el Manuel Gea González, el Hospital General, el de Salud Pública, entre otros, sólo les dan a los pacientes la atención médica cuando se trata de una urgencia, pero les cobran las radiografías, el material médico, las medicinas y más. Por lo que no se cumple a cabalidad el acuerdo del pasado 1 de diciembre.

Pese a los convenios firmados entre los directores del Insabi, Juan Antonio Ferrer Aguilar y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, en los hospitales de La Raza, Centro Médico, Magdalena de las Salinas y el Hospital General de Zona No. 32 en la ciudad de México, entre muchos otros, no atienden a pacientes que no estén afiliados al seguro social; y lo mismo pasa en los nosocomios del ISSSTE.

Y así llevamos ya un año, desde que se creó el Insabi, en enero de 2020. La realidad es que no están funcionando porque los enfermos son rechazados en esas instituciones.

La Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un acuerdo para que a partir del 1 de diciembre de 2020 se garantizara a la población el acceso gratuito tanto a los servicios de salud como a medicamentos. Sin embargo, no se cumple.

El documento señala que la gratuidad se garantizará en los hospitales y las clínicas de la Secretaría de Salud, así como en sus coordinaciones en los estados, mas no en aquellos centros que dependen de los gobiernos estatales.

«Queda establecido que las y los pacientes sin seguridad social que obtengan una puntuación de cero a 100 (es el máximo de puntos que se otorga) en la evaluación socioeconómica quedan exentos del pago de servicios por concepto de hospitalización, consulta, procedimientos médicos o estudios auxiliares de diagnóstico», indica el texto.

Por lo que se formaliza la desaparición de los niveles socioeconómicos que se establecían para que cada paciente diera cuotas de recuperación, según sus ingresos.

Es así como personas enfermas y médicos tienen que seguir caminando en este viacrucis por la falta de seguridad social y de presupuesto. Fuente Emeequis

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