Un dinosaurio irrumpió la Asamblea General de la ONU dejando asombrados a todos los presentes. Sobre todo, cuando se dirigió a los humanos para reprocharle a los humanos nuestra insensatez por estar provocando su propia extinción.

«Extinguirse no es nada bueno. ¿Y provocar tu propia extinción? En 70 millones de años, ¡es lo más ridículo que he escuchado!». Este fue parte del mensaje de Frankie, el dinosaurio que protagoniza la nueva campaña del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que alerta sobre los subsidios millonarios a los combustibles fósiles que ponen en jaque al planeta.

Y agregó «Al menos nosotros tuvimos un asteroide. ¿Cuál es su excusa? Van hacia un desastre climático y cada año los gobiernos gastan miles de millones en subsidios a los combustibles fósiles. Imaginen si nosotros hubiéramos gastado miles de millones cada año subsidiando meteoritos. Eso es lo que están haciendo ahora mismo», es el razonamiento que plantea el dinosaurio al ‘interrumpir’ la asamblea de Naciones Unidas.

Frankie es un dinosaurio virtual, protagonista de una impactante y divertida campaña de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, con la que se quiere pedir a todos los Gobiernos del mundo que dejen de subvencionar los combustibles fósiles.

«Imaginen que gastáramos cientos de miles de millones al año en subvencionar meteoritos gigantes. ¡Eso es lo que están haciendo! Piensen todo lo que podrían hacer con ese dinero. En todo el mundo hay gente que vive en la pobreza. ¿No creen que ayudarles tendría más sentido que pagar para la desaparición de toda la especie?», continuó el dinosaurio.

Y es que en el mundo se gastan, por año, US$ 423.000 millones para subsidiar los combustibles fósiles para los consumidores, según una investigación del PNUD. Este monto es, según el organismo, «cuatro veces superior a la que se necesita para ayudar a los países pobres a hacer frente a la crisis climática».

Los llamados para poner fin a los combustibles fósiles han venido desde múltiples frentes, desde el secretario general de la ONU hasta el dalái lama. Ahora el PNUD apuesta a un personaje de ficción para dar su mensaje sobre la necesidad de reformar los subsidios al sector.

Los nuevos datos se conocen en los descuentos de la COP26, la cumbre climática que reunirá a líderes de todo el mundo en Glasgow, Escocia, para definir acciones frente a la crisis que atraviesa el planeta, entre ellas el financiamiento a los países en desarrollo para que puedan hacer frente al cambio climático y se alejen de los combustibles fósiles.

Un informe del programa de la ONU sobre medio ambiente reveló que los compromisos de los países para reducir las emisiones de carbono no son suficientes para limitar el cambio climático a 1,5 grados Celsius, el umbral crítico planteado por los científicos para evitar las peores consecuencias del calentamiento del planeta.

Otras comparaciones que usa el PNUD: el dinero que va directamente a los subsidios «podría sufragar las vacunas contra el covid-19 de todas las personas del planeta o financiar tres veces la cantidad anual necesaria para erradicar la pobreza extrema en el mundo».

«Piensen todas las cosas que podrían hacer con ese dinero. En el mundo hay mucha gente viviendo en la pobreza, ¿no creen que ayudarlos tendría más sentido que no sé… pagar por la desaparición de su propia especie?», insiste Frankie.

Un llamado a la reforma de los subsidios
El PNUD llama a reformar los subsidios a los combustibles fósiles de manera gradual. «Las reformas de los subsidios a los combustibles fósiles contribuirían a reducir las emisiones de CO2 y beneficiarían la salud y el bienestar de los seres humanos. Son además un primer paso hacia la fijación correcta de los precios de la energía para que reflejen el costo ‘verdadero’ y total del uso de los combustibles fósiles para la sociedad y el medio ambiente», dice el organismo.

Aunque alerta que, si no están bien planeadas, estas reformas pueden ser injustas y terminar perjudicando a los hogares. «Si bien estos subsidios tienden a ser un instrumento de desigualdad, ya que la mayor parte de los beneficios se concentra en los ricos, también representan una porción importante de los ingresos de las personas pobres que, de otro modo, deben pagar por el consumo de energía», dice el PNUD.

El mensaje de Frankie a los líderes es claro: «Así que esta es mi idea loca: no elijan la extinción. Salven a su especie antes de que sea demasiado tarde».

Por Jorge A. Leyva

Periodista. Licenciado en Comunicación. Columnista en Agenda Setting Diario. Comentarista de política en radio. Journalist. Fan del Café Necesario Marketing Político y Social Media Publicidad: [email protected]

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