Todos los alimentos empacados llevan una etiqueta con información nutricional que incluye el contenido de grasas. Los fabricantes de alimentos están obligados a detallar las grasas trans en las etiquetas de información nutricional y en las de algunos suplementos. Leer las etiquetas en los alimentos puede ayudarlo a llevar una cuenta de cuántas grasas trans consume. No todos los alimentos empaquetados contienen grasas trans. Su presencia depende de los ingredientes que se hayan utilizado. Es por eso que es importante leer las etiquetas. Aunque está bien darse un gusto con alimentos altos en grasas ocasionalmente, lo mejor es evitar los alimentos que contienen grasas trans del todo.

El pasado 24 de marzo se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto de adición a la Ley General de Salud, la cual prohíbe grasas trans en alimentos y bebidas. Esta medida abrió la conversación sobre en dónde se encuentran este tipo de grasas, también conocidas como aceites parcialmente hidrogenados, los cuales se ha demostrado que aumentan los problemas de salud relacionados con enfermedades cardiovasculares.

La adición de las grasas trans ayuda a que se prolongue la caducidad.

En este contexto, se adicionó el artículo 216 Bis a la Ley General de Salud, la cual señala lo siguiente: «Los aceites y grasas comestibles, así como los alimentos y bebidas no alcohólicas, no podrán contener en su presentación para venta al público aceites parcialmente hidrogenados, conocidos como grasas trans, que hayan sido añadidos durante su proceso de elaboración industrial. Los alimentos, bebidas no alcohólicas, aceites y grasas no podrán exceder dos partes de ácidos grasos trans de producción industrial por cada cien partes del total de ácidos grasos. La Secretaría de Salud establecerá las bases de regulación para los ácidos grasos trans de producción industrial en los términos de este precepto.»

El decreto entrará en vigor dentro de seis meses. | FOTO: Twitter @HLGatell

Este decreto, de acuerdo con lo señalado, entrará en vigor a los 180 días de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, es decir, a partir de septiembre de 2023, por lo que han surgido dudas de qué alimentos contienen grasas trans, pues si bien suelen estar presentes en bastantes alimentos, hay otros que son poco conocidos.

Estos son los alimentos que contienen grasas trans

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las grasas trans de producción industrial son compuestos artificiales nocivos que están presentes en diferentes alimentos, grasas y aceites. De este modo, la mayoría de las grasas trans se forman a través de un proceso industrial que añade hidrógeno al aceite vegetal, esto hace que el aceite se vuelva sólido a temperatura ambiente.

  • Papas fritas
  • Alimentos fritos en aceites recalentados
  • Comida rápida
  • Alimentos horneados comerciales (pasteles, galletas y dulces)
  • Manteca vegetal
  • Palomitas para microondas
  • Pizza, hotcakes y waffles congelados
  • Masa refrigerada
  • Papas fritas
  • Donas
  • Pollo frito
  • Crema de leche para café sin lácteos
  • Margarina en barra
  • Grasas comerciales para freír
  • Postres y helados
  • Productos de repostería
  • Productos industrializados y empaquetados
  • Refrescos
  • Jugos
  • Bebidas de chocolate

El objetivo para agregar el aceite parcialmente hidrogenado es que reduce las posibilidades de que se eche a perder, es decir, los alimentos industrializados tendrán una caducidad más larga o en el caso de algunos restaurantes, en donde suelen utilizar aceite vegetal parcialmente hidrogenado para freír alimentos, ya que no se cambia tan seguido como otros aceites.

Cabe recordar que naturalmente, hay alimentos como algunas carnes y productos lácteos que contienen grasas trans, ya que se generan por la acción de microorganismos que están presentes en el estómago de algunos animales, como las vacas, ovejas y cabras, sin embargo, su presencia es mínima.

Los efectos en la salud por por consumir grasas trans

Consumir grasas trans puede conllevar a que aumenten los niveles de colesterol malo y que el bueno se reduzca, así como el aumento en el riesgo de desarrollar cardiopatías y derrames cerebrales de igual forma, se le asocia con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. En este contexto, cabe recordar que hay dos tipos de colesterol:

  • Colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL). El colesterol de lipoproteína de baja densidad, o “malo”, puede acumularse en las paredes de las arterias, lo que hace que se endurezcan y se estrechen.
  • Colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL). El colesterol de lipoproteína de alta densidad, o “bueno”, recoge el exceso de colesterol y lo lleva de nuevo al hígado.

La American Heart Association recomienda disminuir el consumo de alimentos que contengan aceites vegetales parcialmente hidrogenados, de esta forma se reducirán las grasas trans en la dieta, en su lugar, recomienda preparar carnes magras y de ave sin añadir grasas saturadas ni grasas trans.

Por Redaccion Digital

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