La mayoría de las vacunas se administran inyectadas en el músculo, lo que se conoce como inyección intramuscular; otras se administran debajo de la piel (como la BCG contra la tuberculosis y que a los mexicanos nos dejó una pequeña marca cerca del hombro), y otras más se nos dan por vía oral,Y se eligen los músculos porque este tejido contiene importantes células inmunitarias, las cuales reconocen al antígeno y lo acercan a los ganglios linfáticos, que a su vez contienen más células inmunitarias que ayudan a comenzar el proceso inmunológico de creación de anticuerpos.

El brazo, se elige esta zona y el músculo deltoides, porque está cerca de los ganglios linfáticos ubicados justo debajo de la axila otra ventaja es que el tejido muscular ayuda a mantener localizadas las reacciones a la vacuna, como la inflamación local o el dolor en el lugar de la inyección. Y no hablemos de la conveniencia y la comodidad para las personas, pues basta con levantarnos la manga para ser vacunados.

Este otoño, cuando vayas a ponerte la nueva dosis de refuerzo contra el covid-19, quizá convenga elegir cuidadosamente el brazo en el que te administrarán la vacuna.Según un estudio publicado el 11 de agosto en la revista académica eBioMedicine, la respuesta inmunitaria puede ser mayor si la dosis de refuerzo se administra en el mismo brazo que la última vacuna contra el covid-19.

«La pregunta parece tan banal, tan trivial, que a nadie antes se le había ocurrido plantearla», afirma en un comunicado de prensa Martina Sester, coautora del estudio, bióloga y jefa del departamento del Instituto de Medicina de Infecciones del Hospital Universitario de Saarland, Alemania.Los investigadores utilizaron los datos de 303 personas que recibieron la vacuna de tipo ARNm, así como una inyección de refuerzo como parte de la campaña de vacunación de Alemania.

Según el estudio, dos semanas después del refuerzo, el número de «células T asesinas» era significativamente mayor en las personas que habían recibido ambas vacunas en el mismo brazo.Esas células, que atacan y destruyen a las otras células a las que se dirigen, estaban presentes en el 67% de los casos de quienes se vacunaron en el mismo brazo y solo en el 43% de las personas que recibieron las inyecciones en brazos diferentes, según Laura Ziegler, coautora del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad del Sarre.

«Es absolutamente fascinante porque se trata de un tema claramente poco estudiado», afirmó el Dr. William Schaffner, profesor de la División de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, y ex director médico de la Fundación Nacional de Enfermedades Infecciosas, organización sin fines de lucro. Schaffner no participó en el estudio.

«No recuerdo otro estudio similar a éste con otras vacunas», dijo.

Por qué podría o no funcionar tene sentido que el lugar de la inyección marque la diferencia, añadió Schaffner las células que proporcionan la respuesta inmunitaria se encuentran en los ganglios linfáticos locales, explicó los ganglios linfáticos están repartidos por todo el cuerpo en lugares como el cuello, el pecho, el abdomen y las axilas, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer si las células inmunitarias de esos ganglios linfáticos se reestimulan en el mismo lugar, se produce una mayor respuesta inmunológica, según el estudio.

Aunque el estudio mostró una mayor respuesta inmunológica, los investigadores no pueden asegurar que recibir el refuerzo en el mismo brazo produzca una protección mejor o más duradera, dijo Schaffner.»No lo sabríamos a menos que hiciéramos un estudio clínico mucho más amplio con seguimiento de infecciones reales», añadió.

Según el estudio, las células inmunitarias son importantes para destruir rápidamente el virus, pero los anticuerpos también lo son para evitar daños mayore y los investigadores no encontraron un mayor número de anticuerpos en quienes repitieron el brazo.Sin embargo, los anticuerpos de las personas con el refuerzo en el mismo brazo eran mejores a la hora de unirse a las proteínas virales de espícula, mostró el estudio. Las proteínas de espícula son las responsables de que el coronavirus penetre en las células, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

Sigue siendo una buena idea quedan dudas sobre el impacto real de la protección, y este estudio es pequeño, pero Schaffner afirma que merece la pena tener en cuenta los resultados a la hora de aplicar la próxima dosis de refuerzo. «No critico los métodos», afirma. «Creo que los resultados tal y como se presentan pueden tomarse tal cual». la evaluación de laboratorio de la respuesta inmunitaria es sólida, dijo Schaffner.

Este estudio hizo pensar a Schaffner en este otoño, cuando recibirá las vacunas contra el virus respiratorio sincitial, conocido como VRS, y la influenza, así como un refuerzo contra el covid-19.»Empecé a pensar: ‘¿En qué brazo me las voy a poner? Y creo que me voy a poner el refuerzo contra el covid, basándome en este estudio, en el mismo que las inoculaciones anteriores», dijo.

Por Redaccion Digital

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