Por segunda vez en la historia, astrónomos detectaron un patrón en una misteriosa ráfaga de radio rápida proveniente del espacio, la cual se repite cada 157 días, y tiene un origen, hasta el momento, desconocido.

Las ráfagas de radio rápidas, o FRB, son destellos de luz extragalácticos que provocan un gran golpe, desencadenando en unos pocos milisegundos la misma energía que sería producida por nuestro Sol a lo largo de un siglo. Los científicos descubrieron por primera vez un FRB en 2007, y la causa de estas erupciones sigue siendo difícil de descifrar casi una década y media después; las posibles explicaciones van desde la fusión de estrellas de neutrones súper densas, hasta civilizaciones alienígenas avanzadas.

Hasta la fecha, se han descubierto más de 100 FRB, y la mayoría de ellas son únicas y se encienden una sola vez (hasta donde sabemos); sin embargo, en enero de este año, los astrónomos informaron que un miembro de la clase «repetidora», llamada FRB 180916.J0158 + 65, parecía exhibir un ciclo de actividad de 16 días: dispara ráfagas durante un tramo de cuatro días, se calla durante 12 días y luego comienza de nuevo.

El FRB 180916 fue el primero en entrar en erupción de manera periódica. Y ahora los científicos han encontrado uno nuevo, que también se repite periódicamente.

Los investigadores monitorearon el repetidor conocido FRB 121102 con el telescopio Lovell, un plato de radio de 250 pies de ancho (76 metros) en el Observatorio Jodrell Bank en Inglaterra, en el transcurso de cinco años. Encontraron fuertes indicios de un ciclo de actividad de 157 días; 121102 parece estallar durante 90 días y luego quedarse en silencio durante 67, informó el equipo en un nuevo estudio.

No está claro qué hay detrás de dicha actividad cíclica, aunque los científicos tienen algunas ideas. Por ejemplo, los brotes periódicos podrían ser causados ​​por un bamboleo en el eje de rotación de una estrella de neutrones altamente magnetizada conocida como magnetar. O podrían estar vinculados a los movimientos orbitales de una estrella de neutrones en un sistema binario.

Se espera que los efectos de oscilación se manifiesten en el transcurso de unas pocas semanas, dijeron los miembros del equipo del estudio. Por lo tanto, parecen compatibles con el ciclo de 16 días de FRB 180916, pero no con el de FRB 121102, que es 10 veces más largo. No hay garantía de que el mismo fenómeno esté impulsando la periodicidad de ambos FRB repetidos.

«Este descubrimiento emocionante resalta lo poco que sabemos sobre el origen de los FRB», dijo en un comunicado el coautor del estudio Duncan Lorimer, decano asociado de investigación en la Universidad de West Virginia. «Se necesitarán más observaciones de un mayor número de FRB», con el fin de obtener una imagen más clara sobre estas fuentes periódicas y dilucidar su origen «.

El nuevo estudio, dirigido por Kaustubh Rajwade de la Universidad de Manchester en Inglaterra, se publicó en línea en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

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