El Gobierno de la Ciudad de México pidió nuevamente el apoyo de médicos cubanos para atender a pacientes con COVID-19. Claudia Sheinbaum reconoció que se está solicitando nuevamente el apoyo de los médicos cubanos «que nos apoyaron en el momento más difícil de la pandemia, para apoyar a la Ciudad y al sistema de Salud que tenemos en conjunto».

Agregó que son recibidos especialistas tanto de los estados que actualmente están en semáforo verde o amarillo, como de otros países. «Estamos recibiendo apoyo por parte del Insabi y, obviamente, de estados. Nuestro eterno agradecimiento al personal médico que vienen de estados en verde o amarillo y que han decidido apoyar a los habitantes de la Ciudad y de la zona conurbada (…), son originarios de Campeche, San Luis Potosí o Tlaxcala», puntualizó.

La CDMX se mantiene en alerta y al límite en hospitalizaciones, por ello, se amplió la capacidad en los nosocomios para atender a pacientes con esta enfermedad. El anterior arribo de los médicos cubanos a sucedió entre abril y mayo de este año, cuando más de 500 supuestos especialistas médicos y personal de enfermería de la isla, prestaron sus servicios en instituciones públicas de salud.

De nueva cuenta, bajo el pretexto de la crisis sanitaria que vive México, vuelven a importar a una nueva delegación de 500 médicos cubanos a los que .la vez pasada- se les pagó 135 millones de pesos para su ‘humanitaria’ misión de salvar vidas mexicanas, dinero directo para al gobierno cubano que les da migajas a los doctores que son explotados.

Y como refiere Leonardo Kourchenko en su columna en El Financiero, «Sólo imagine usted ese dinero invertido en cuidar, proteger y salvar vidas de los médicos y las enfermeras mexicanos que, de forma indigna, ocupamos el primer lugar de decesos a nivel mundial. ¿Y si mejor cuidamos a los nuestros, que sí se enfrentan al virus en la trinchera hospitalaria en vez de importar seudodoctores que vienen a realizar otras funciones?»

¿Y si mejor invertimos esos recursos en equipo, máscaras, trajes, jornadas de descanso con personal de respaldo –¡que tenemos en México!– en vez de ir a buscar a brigadas médicas dizque humanitarias de escasa experiencia epidémica?

Los colegios médicos de México, las asociaciones de especialistas, las fundaciones relacionadas a salud y a enfermos estallan de furia al escuchar el lamentable y penoso anuncio de la jefa de Gobierno. ¿De verdad?, ¿es en serio? Se nos mueren los nuestros por falta de protección, de medidas preventivas, de turnos de reposo, y mandamos traer de otro país.

Usted se preguntará por qué la insistencia en el tema, y se debe al registro histórico de la función y el papel que estas supuestas misiones sanitarias desde Cuba han jugado en las últimas dos décadas en países como Venezuela, Brasil, Nicaragua y Bolivia.

Son células de propaganda política, entrenados para sembrar pequeñas unidades ideológicas que difundan el mensaje de la revolución. Su trabajo consiste en seleccionar, cooptar, capacitar y entrenar a futuros líderes de barrio, de colonia, de unidades hospitalarias que funjan como agentes ideológicos. Lo de la salud es una pantalla, como se demostró en Venezuela y en Brasil. País por cierto del que, con el triunfo de Bolsonaro, estas brigadas fueron invitadas gentilmente a abandonar su territorio. Lo consignamos aquí hace más de un año.

Sheinbaum, Lázaro Cárdenas Batell –y sus estrechos nexos con la cúpula política de la isla– y el Insabi que mal dirige Juan Antonio Ferrer con todas sus incapacidades, improvisaciones y desconocimiento absoluto sobre el diseño de política pública en materia de salud, son los responsables de esta nueva ofensiva para insertar médicos de Cuba en México.

Por Jorge A. Leyva

Periodista. Licenciado en Comunicación. Columnista en Agenda Setting Diario. Comentarista de política en radio. Journalist. Fan del Café Necesario Marketing Político y Social Media Publicidad: [email protected]

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