La pitahaya conocida también como la ‘fruta del dragón’, es una fruta exótica originaria de Centroamérica. La puedes encontrar de color fucsia intenso o amarillo, con un interior que puede ser blanco o rosa, dependiendo de la variedad del cactus de la que sea recogida. Su sabor es extremadamente dulce, pero a la vez es un poco ácida. Muchos concuerdan que es muy parecida al kiwi.La mejor forma de consumir la fruta del dragón es cortándola por la mitad e ir retirando la pulpa con una cuchara. También se puede congelar para hacer helados o smoothies.
Cuenta la leyenda que en algún imperio del continente Asiático, los enfrentamientos entre soldados y dragones eran cruentos entre fuego y armas, pero cuando el batallón lograba vencer a la bestia, esta arrojaba con su último suspiro una maravillosa fruta de intensos colores rojo o amarillo, la pitahaya, la cual era llevada al emperador de la región como prueba del triunfo, por lo cual se hizo popular como fruta del dragón o dragon fruit.Como era lógico, porque es delicioso, el rey quedaba cautivado con este manjar, por lo cual decidió sembrar las semillas en sus jardines y luego en todos los que fuesen posibles, y así fue como corrió su fama por el mundo.
Aunque la leyenda contiene toda la magia de la cultura Asiática, la verdad es que esta fruta es originaria de América Central. Un artículo científico publicado en Scientia Agropecuaria destaca que hoy en día es cultivada en algunos países tropicales y subtropicales, como Taiwán Tailandia y especialmente en Vietnam, donde se le conoce como Thanh Long o dragón verde, por su color cuando está inmadura.También se produce en América Latina, y en estado silvestre se puede encontrar en México, Venezuela, Colombia, Brasil, Costa Rica y Ecuador, así como también pueden encontrarse especies cultivadas de pitahaya en Bolivia, Panamá, Curazao, Uruguay y Perú. Sin duda, el rey de la leyenda se esmeró en su trabajo.
Es conocida en algunos países como belle de nuit o flor de una noche.Hasta ahora pareciera que esta fruta lo tiene todo, un aspecto fascinante, un sabor muy especial y su flor parece salida de un sueño, pero esto no es todo. La pitahaya, o fruta del dragón, ofrece una lista de beneficios sorprendentes.Según un artículo publicado en el African Journal of Pharmacy and Pharmacology que revisó la literatura de distintas publicaciones científicas, “la ingesta de compuestos bioactivos presentes en pitaya aumenta la inmunidad en las personas, lo que induce una mejor salud y mejora el rendimiento físico y mental”, y aunque se destaca que son necesarias más investigaciones para confirmar que puede consumirse sin ninguna restricción, es un fruto rico en poderosos antioxidantes, pues es contiene polifenoles y vitamina C.
Asimismo, el artículo de Scientia Agropecuaria especifica que la pitahaya cuenta con compuestos bioactivos como las betalainas; las cuales han resultado eficientes como parte de los tratamientos de trastornos asociados al estrés. Además, se considera un prebiótico, tiene propiedades antiinflamatorias y betaninas y betacianinas; que son usadas como colorante natural.También cabe destacar que algunos estudios han arrojado que el consumo de esta fruta, que puede ser roja o amarilla, contribuye a equilibrar los niveles de presión arterial, y por su contenido en pectina contribuye con el alivio de afecciones estomacales. Adicionalmente, se señala en estas investigaciones que la poderosa fruta del dragón contribuye a contrarrestar la diabetes, y la obesidad.
La sabiduría informal también le otorga beneficios a la pitahaya. En el portal Ecoagricultor se destaca que las semillas de esta fruta, que son comestibles, son ricas en omega 3, y también que tienen un efecto laxante, mientras que la infusión de las hojas contribuye con el alivio de dolor de cabeza, de la ansiedad y también ayuda a disminuir desórdenes del sueño, los cuales están estrechamente ligados con nuestro sistema inmune.También se dice que la fruta ayuda a fortalecer el sistema inmune, por su contenido de vitaminas como C y algunas del grupo B, además de calcio, hierro y fósforo. Esta es una auténtica joya de la naturaleza.