Las pérdidas de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, persisten pese a la meta del presidente, Andrés Manuel López Obrador, de «rescatar» a la empresa del Estado. En el primer año del Gobierno de López Obrador, en 2019, Pemex duplicó prácticamente sus pérdidas al reportar 15.497 millones de dólares, según datos actualizados.
Al presentar su informe financiero este viernes 26 de febrero, el director Octavio Romero Oropeza, reconoció que la compañía afrontó la «peor crisis de su historia» en 2020, pese a dos trimestres consecutivos de ganancias en la segunda mitad del año. La compañía señaló que los ingresos totales de la compañía cayeron a 42.469 millones de dólares, un 32 por ciento menos que en 2019.
Dentro de este rubro, sobresalen disminuciones de ventas nacionales de 37,6 por ciento hasta los 22.433 millones de dólares y de 24 por ciento en exportaciones para llegar a solo 19.826 millones de dólares.
Pandemia y caída de los precios del petróleo
Pese a estas cifras negativas, el director de Pemex presumió el aumento anual de 0,2 por ciento en la producción total de crudo y condensados de Pemex, que alcanzó un total de 1,706 millones de barriles diarios (Mdb). En contraste, la producción de gas natural de Pemex y sus socios cayó un 0,9 por ciento, al situarse en 4.852 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd). Después de deducir el costo de las ventas, el rendimiento o beneficio bruto se ubicó en 4.975 millones de dólares, una caída del 38,6 por ciento a tasa anual.
Romero Oropeza justificó a inversionistas en conferencia que la crisis se debe a la pandemia y la caída de los precios del petróleo a escala global, lo que habría tenido un fuerte impacto en todas las petroleras del mundo. Con información de EFE y DW