Cuando el mundo recién vive una pandemia más moderada después del encierro que generó el nuevo coronavirus, todavía subsisten espacios públicos que son públicos de verdad, para la gente en vez para los autos; un ejemplo de ellos es lo que ocurre en Milán, Italia, donde se crean cada vez más espacios públicos para la comunidad, no es el único, aquí te presentamos algunos de los más destacados
Hacer una ciudad más habitable con colores vivos, quitarles los espacios públicos a los vehículos y devolvérselos a las personas: Esa es la idea que subyace en el proyecto «Piazze Aperte» de Milán.
Acrobacia urbana por el clima
Nuestro planeta está en peligro. Los atletas de Parkour parisinos «On The Spot Parkour» llaman la atención sobre esto. Su mensaje: Todos podemos contribuir a bajar el consumo de energía con nuestro comportamiento.
Y es que en París, un grupo de atletas de Parkour han utilizado sus habilidades para ahorra energía eléctrica. Su peculiar medida consta en que todas las noches deambulan por las calles de la capital francesa y van apagando las luces que quedaron encendidas en tiendas y negocios.
Primero, estos Atletas de Parkour buscan los interruptores y después echan de la mano de sus habilidades para alcánzalos y desatibar las luces encendidas.
Arquitectura verde al máximo: Una casa hecha de residuos
Arquitectura verde y social: todos los materiales utilizados en un nuevo edificio de viviendas y oficinas en Berlín son producto de desechos o materiales reciclables. Un edificio ecosostenible y un ejemplo innovador.
Las abuelas reposteras
Café multigeneracional y escuela de repostería en línea: en el «Café Vollpension» de Viena, unas abuelas hacen dulces según las recetas tradicionales de la familia, atrayendo a un público cada vez más numeroso.
En el Vollpension, los mayores son los protagonistas. Placer mundano y solidaridad se dan la mano en sus salones. Y ahora quieren incluir también a abuelos recién llegados de Ucrania.
Europa superlativa: El Silbo Gomero
Los habitantes de la isla canaria de La Gomera eran capaces de comunicarse a larga distancia incluso antes de que se inventara el teléfono. Con el «Silbo Gomero» pueden transmitir mensajes o comunicarse entre sí.
El lenguaje silbado de la isla de La Gomera (Islas Canarias), denominado silbo gomero, reproduce con silbidos la lengua hablada por los isleños: el español. Transmitido de maestros a discípulos a lo largo de siglos, es el único lenguaje silbado del mundo plenamente desarrollado y practicado por una comunidad numerosa (más de 22.000 personas).
