La organización civil «Causa en Común», presentó el estudio “Galería del horror: Atrocidades registradas durante el primer semestre de 2020”, con la finalidad de visibilizar los índices de extrema violencia que existen en el país, así como sensibilizar a la población ante este tipo de eventos.

El reporte contabiliza más de dos mil casos que los medios de comunicación de todo el país reportaron sobre el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo. El propósito principal es presentar una galería de horrores que refleja la violencia cotidiana y la impunidad con que se lleva a cabo.

De acuerdo al reporte, entre enero y junio del 2020, Tabasco registró 44 víctimas de lo que calificaron como «atrocidades», las cuales fueron reportadas en fuentes periodísticas.

En estos actos prevalece el uso de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo de una o varias personas, de quienes pertenecen a grupos vulnerables o de interés político; y/o para provocar terror en zonas específicas del estado.

Los datos de los medios de comunicación en el estado de Tabasco informaron de cuatro masacres y el asesinato de un defensor de los Derechos Humanos, así como el homicidio de dos niños o adolescentes. De igual forma, se registraron 10 casos de profanación de cadáveres, uno de mutilación y dos feminicidio agravados, nueve descuartizamientos, 13 casos de tortura y 10 calcinamientos.

Causa en Común emitió una serie de propuestas a fin de enfrentar la espiral de violencia que asola al país:
● Aproximaciones sociológicas que permitan la comprensión de las realidades locales, y que contribuyan a la construcción de políticas de seguridad, de prevención y sociales, de acuerdo con la problemática de cada comunidad y región.
● Incorporar enfoques psicológicos al estudio de las violencias, pues estas atrocidades reflejan patologías que representan un reto social mayúsculo.
● Exigir a los gobiernos federal y locales:
●La resolución de casos que han agraviado a la sociedad, con investigaciones sólidas.
● Reformas de cuerpos policiales y de fiscalías que atiendan carencias, bajos sueldos, prestaciones incompletas, capacitación deficiente, y equipos e infraestructuras insuficientes.

“Este mosaico de atrocidades ciertamente refleja violencia criminal; pero es importante resaltar que se trata también de violencia familiar, violencia comunitaria y violencia social. Necesitamos, como nación, rescatar nuestra capacidad para conmovernos ante este cúmulo de horrores. Se debe dejar de jugar políticamente con la inseguridad; reconocer que todas las mexicanas y mexicanos vivimos asfixiados por una inseguridad cada vez más extendida y cada vez más violenta; y poner en marcha las políticas locales y nacionales, institucionales y sociales, que le urgen a nuestro país,” expuso la activista, María Elena Morera.

Jacobo Dayan, investigador del seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México, consideró que el estudio es un llamado para que el Estado mexicano asuma la responsabilidad de manera sistémica y no la omisión que hasta la fecha ha tenido ante estas atrocidades: “Es un llamado para que las “autoridades en su conjunto nos digan cómo van a hacer para abatir la impunidad y la inseguridad, que nos digan lo que hacen para el fortalecimiento de las policías, lo que hacen para generar capacidades de Estado, y no sólo nos digan que esperan reducir la violencia con programas sociales”.

Datos del estudio completo en: http://causaencomun.org.mx/beta/wp-content/uploads/2020/08/050820-Comunicado-Atrocidades-VF.pdf

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