El sexto vuelo de un X-37B, una aeronave solar no tripulada, controlada por control remoto, despegó y fue puesto en órbita, cargado de experimentos científicos, procedente de la milicia estadounidense. Y si bien las autoridades no informaron cuánto tiempo permanecerá la nave en órbita, ni cuál es el propósito de la misión, Jim Chilton, vicepresidente de Boeing y fabricante de los X-37B dijo que cada misión ha sido cada vez más larga, y que la anterior duró dos años.

Esta nave, con sólo 9 metros de largo, se asemeja a los transbordadores de la NASA, lleva en su interior un compartimento adicional para experimentos, incluidos varios para la NASA y varios para el Laboratorio de Investigación de la Naval, lo que implica más de una carga científica.

Desde el primer vuelo en 2010, los secretos aviones espaciales habían registrado una órbita combinada de 2 mil 865 días hasta el domingo, es decir “poco menos de ocho años en órbita”, dijo Chilton. La Fuerza Aérea tiene dos de estos aviones espaciales reutilizables. Su base de operaciones es un antiguo hangar para transbordadores en el Centro Espacial Kennedy, también en Florida.

La empresa SpaceX intentará lanzar otro lote de satélites Starlink para el servicio global de internet el próximo martes, desde Cabo Cañaveral; este será su último vuelo antes de su primer lanzamiento de astronautas, el cual se estima que podría realizarse el 27 de mayo desde el centro Kennedy.

Aunque los datos sobre la misión se mantienen en secreto, se sabe que esta nave permanecerá en vuelo por un periodo mayor a dos años, que fue la duración de la misión anterior.

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