El Senado de la República aprobó sin moverle una coma en lo general y en lo particular la iniciativa de reformas a la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que ahora pasó al Ejecutivo para los efectos constitucionales (revisarla y publicarla).
Antes de las 20:30 horas del martes, la votación en lo general en el Senado quedó de la siguiente manera: 68 votos a favor de Morena, PT y PES, y 58 en contra del PAN, PRI, MC, PRD y el Verde.
El bloque de contención, conformado por PAN, PRI, MC y PRD, anunció que presentará una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte, y confió en que los ministros mantendrán sus criterios y echarán abajo esta reforma que establece generar electricidad con combustóleo, lo cual será más contaminante y encarecerá las tarifas.
El líder de Morena en la Cámara alta, Ricardo Monreal, aseguró que la reforma es constitucional porque es congruente con los artículos 25, 27 y 28 de la Carta Magna, y consideró que es normal que la oposición advierta que acudirá a los órganos jurisdiccionales, ya que fueron quienes aprobaron la reforma energética de 2013, cuando se aprobaron las reformas del Pacto por México.
Refirió que, desde entonces, Morena señaló que, de lograr la mayoría en el Congreso, revertiría esas reformas que privatizaban y desmantelaban al Estado, por lo cual no debe de extrañar la aprobación de la reforma de carácter preferente presentada por López Obrador.
“(En aquel entonces) la mayoría no nos escuchó, nos ignoró, nos humilló, nosotros no, cumplimos con un propósito que nos planteamos y que al pueblo de México no debe extrañarles que estamos aquí actuando congruentemente”, recordó.
La priista Claudia Ruiz Massieu criticó tanto el incumplimiento de la palabra para realizar un parlamento abierto, como la aprobación fast track y sin discusión de esta reforma que viola tratados internacionales.
La excanciller advirtió que, como consecuencia de ello, México deberá pagar compensaciones millonarias a inversionistas privados.
El líder del PRD, Miguel Ángel Mancera, anticipó que la reforma viola el capítulo 22 del T-MEC, sobre las empresas propiedad de los Estados y sus monopolios designados.
“Para ustedes lo único importante es escuchar a su patrón que despacha desde Palacio Nacional y que ahorita está jugando beisbol”, acusó la panista Alejandra Reynoso.
La morenista Ana Lilia Rivera respondió que el único patrón al que se deben los legisladores es “al pueblo. Sólo que aquí haya senadores a los que les pague Iberdrola y vengan a defender otros intereses”. Al cierre de edición, el pleno discutía reservas presentadas por 46 senadores.
Anteriormente, la Cámara de Diputados había aprobado la iniciativa el 24 de febrero, tras 16 horas continuas de sesión en el pleno de San Lázaro.
La reforma eléctrica contempla que las plantas hidroeléctricas, nucleares, geotérmicas, ciclos combinados y termoeléctricas de la CFE serían las primeras en despachar la energía que generan al sistema, posteriormente se enviaría la energía de las plantas eólicas y solares y, al final, el de las compañías privadas.
Organismos empresariales internacionales han dicho que se iniciará un efecto dominó nocivo en la cadena de valor más amplia de los sectores industriales y comerciales que están comprometidos con la energía sostenible y competitiva en costos.
Por otra parte, Manuel Gómez Herrera, director de la Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica (AMIF), afirmó el 25 de febrero que la iniciativa va en contra de diversificar a la matriz eléctrica nacional y enrarece el mercado nacional.
Mientras tanto, el desarrollo y construcción de dos parques solares de 90 megawatts (MW) cada uno en territorio mexicano de Rengen se han puesto en pausa, ya que la firma señala que la reforma pone en riesgo su inversión. Fuente El Financiero