En Colombia, Lucio Burbano Portilla, el narcoparamilitar colombiano capturado hace unos días era conocido en la mafia mexicana por vender coca de alta pureza y por pedir que le pagaran parte de los cargamentos con los mejores tequilas y mezcales de México pues era fan de esas bebidas alcohólicas mexicanas. Además de ser un delincuente reincidente, reclutaba jovencitas para sus fiestas personales y disfrazaba a sus escoltas de repartidores a domicilio, es lo que se desprende de las investigaciones que realiza la Fiscalía de ese país.
Su modus operandi hacia pasar como empleados de dos reconocidos restaurantes a sus trabajadores y así trasladaban sin problema, desde Tumaco (municipio colombiano ubicado en el departamento de Nariño) el dinero producto de la coca que movía en semisumergibles.
La investigación realizada por la Fiscalía de Colombia, permito encontrar sus debilidades para dar con su paradero y capturarlo. Tenía un gusto incontrolable por mujeres jóvenes, por el alcohol, por camisas de diseñador con brillos y lentejuelas y por propiedades ostentosas, refiere un investigador.
Además añade: “Descubrimos a un grupo jóvenes que cruzaba la frontera entre Ecuador y Colombia con cajas de mezcal y tequila costosos. Una de ellas fue detenida y dijo, entre risas, que a su tío le gustaban los tragos mexicanos y era un regalo”.
La captura
El pasado jueves 12 de noviembre, la Policía Nacional, en trabajo coordinado con la Fiscalía General de la Nación, la Armada Nacional de Colombia y la Policía Nacional de Ecuador, materializaron en los departamentos de Valle del Cauca y Nariño, así como en el vecino país, un total de quince capturas de presuntos integrantes de una organización internacional de narcotráfico, que tendría vínculo directo con Grupos Armados Organizados Residuales (GAO-r) en el municipio de Tumaco, así como con carteles de México para el envío de cocaína hacia los Estados Unidos.
Entre las personas puestas a disposición de la justicia figura el sujeto identificado como Lucio Hernando Burbano Portilla, conocido como ‘el Señor’ y/o ‘el invisible’ quien presuntamente el cabecilla de la organización y a quién le incautaron más de 8.000 millones de pesos colombianos equivalentes a unos 2,200,000 millones de dólares norteamericanos, joyas, relojes, todo al parecer producto de la actividad criminal.