2008, año de la crisis económica más grande que ha vivido el mundo. Los factores son distintos, derivado de las situaciones particulares de cada país en ese año, pero hubo un factor principal que hizo que todos cayeran: el proceso de globalización.

Durante la segunda década del siglo XXI, distintas voces se han manifestado en contra de este proceso, algunos países han optado por regular la apertura de sus economías, donde han surgido nuevos lideres políticos de preferencias nacionalistas.

¿Se acerca una nueva crisis económica mundial?

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial está en camino de crecer un saludable 3.7 % en 2018. Es exactamente la tasa a la que creció en 2017. ¿El pronóstico del FMI para 2019? De nuevo 3.7 %.

Actualmente se registran conflictos en economías importantes del mundo, que podrían tener un resultado negativo para la economía global: Brexit, la guerra comercial de Estados Unidos-China, la disputa de Italia con la Unión Europea, las renovadas sanciones de Estados Unidos contra Irán, la deuda china, nerviosismo de las bolsas, la intermitente fuga de capitales de países en desarrollo (BRICS), inflación de la Lira Turca, entre otros.

Basta recordar, que antes de la crisis del 2008, pocas voces alertaban de la debacle económica, pero habían voces que manifestaban sus temores ante las “burbujas”.

¿Cómo actuará EUA y México en particular ante este posible escenario?

Algunas economías han empezado un proceso de desglobalización, como es el caso de Estados Unidos, con su presidente Donald Trump, como principal promotor a través de sus políticas públicas de “Make America Great Again”, donde básicamente busca fortalecer el mercado interno y limitar sus importaciones. Como dato importante, Estados Unidos generó en el mes de octubre 250 mil empleos, registrando un crecimiento trimestral promedio de 4%.

En la misma frecuencia se percibe a López Obrador, presidente de México, al ser crítico a la doctrina neoliberal y sus resultados a lo largo de treinta años, donde se han aumentado las exportaciones, pero se ha debilitado el mercado interno, al convertirse en una economía dependiente de la inversión extranjera directa y sensible a los factores externos.

Existen países como Brasil, al mando del recién nombrado presidente, Jair Bolsonaro, que califica de desastrosas la políticas públicas implementadas por “Lula” da Silva y Dilma Rousseff, con su propuesta de abrir en su totalidad la economía brasileña, la cual ha sido recibida con agrado en el mercado de capitales al recibir inversiones.

A mayor fortalecimiento del mercado interno, disminuye el riesgo de impacto de una crisis económica global. Los países deben buscar un correcto equilibrio entre su política económica, algo sumamente complicado en países en vías de desarrollo, como México y Brasil.

Gustavo García Vera

Es Licenciado en Comercio Internacional y Maestro en Análisis y Gestión Financiera y colaborador en Agenda Setting Diario