El nombre de Luna de fresa se debe probablemente a que este nombre viene de la tradición Norteamericana y para algunas tribus nativas Norteamericanas estas eran las fechas en las que se iniciaba la recolección de las fresas. Sin embargo, hay otras teorías de por qué se la conoce así.  De hecho, en Europa tradicionalmente uno de los nombres que recibía esta Luna era Luna rosa o Luna rosada. Quizá por ello te preguntes si la veremos de color rosa.La respuesta es “quizás” y hay un motivo para ello, que te contamos más abajo, pero de momento has de saber que la verás brillar en Escorpio, cerca de la estrella más brillante de esta constelación: la supergigante Antares.

La próxima Luna llena se podrá ver entre los días 1 y 3 de junio de 2023, una fase lunar que recibe el nombre de Superluna de Fresa. Los primeros registros de este nombre datan del año 1930, cuando el Maine Farmer’s Almanac empezó a reseñar las denominaciones que los nativos americanos tenían para las diferentes lunas llenas del año.Según el almanaque, las tribus algonquinas del noreste de los Estados Unidos le dieron este nombre por su coincidencia con la corta temporada de cosecha de fresas en la región. Pero, de acuerdo con la NASA, esta no es la única manera como se le conoce a la Luna llena del mes de junio.

En algunas regiones de Europa surgió un antiguo nombre, el cual ha trascendido y hoy suena en todo el mundo: la «Luna de Miel», una expresión que se remonta al menos al año 1500. «Algunos escritos sugieren que a finales de junio era cuando la miel estaba lista para la cosecha», explica la NASA. Además, la tradición de llamar al primer mes de matrimonio la «luna de miel» puede estar ligada a esta Luna llena, por la costumbre en algunas regiones europeas de casarse en el mes de junio.

Otra denominación para esta luna, también de origen Europeo, es la Luna Rosa, debido a que estas flores florecen en esta época del año. No obstante, hay registros que relacionan estos nombres con el color que puede tomar la Luna llena en junio. La NASA explica que en el solsticio de verano la Luna llena está baja en el cielo y, particularmente para las latitudes más altas, cuando la Luna llena está baja, brilla a través de más atmósfera, por lo que es más probable que tenga un color rojizo.

Esto pasa por las mismas circunstancias que hacen que nuestro cielo sea azul y nuestras puestas de Sol rojas. Se trata de un fenómeno denominado dispersión de Rayleigh.»La luz viaja en forma de ondas y los diferentes colores de la luz tienen diferentes propiedades físicas. La luz azul tiene una longitud de onda más corta y se dispersa más fácilmente por las partículas de la atmósfera terrestre que la luz roja, la cual tiene una longitud de onda más larga», dice la NASA.

La Agencia Espacial Estadounidense precisa que cuando el Sol se pone, la luz solar debe atravesar más atmósfera y viajar más lejos antes de llegar hasta quien la está observando, razón por la cual la luz azul se dispersa, y la luz de mayor longitud de onda, es decir la roja, naranja y amarilla, es más perceptible.Lo cierto es que se trata de una Luna llena especial, que en el hemisferio norte ilumina las noches de una de las épocas con abundancia agrícola y mejor clima del año, de allí la relación que durante siglos las comunidades le han dado con sus cosechas.

 

Por Redaccion Digital

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