Cuando hablamos sobre la alimentación y el cuidado de la salud surgen apreciaciones sobre el consumo de frutas, verduras y carnes que le aportan nutrientes esenciales al organismo. Sin embargo, entre los hábitos alimenticios de muchas personas aparecen algunas golosinas que, a pesar de poder tener algunas connotaciones positivas, podrían traer serios problemas.
Una de ellas es la goma de mascar, una golosina muy conocida y que no pasa de moda. Su consumo es masivo por quienes buscan mantener un buen aliento y por quienes la consideran como un placebo a la hora de sentir ansiedad por ingerir alguna otra golosina.
¿Qué dicen los especialistas al respecto? Aquí te detallamos algunos puntos considerados beneficiosos, pero también la posibilidad de que cause un trastorno en la mandíbula.
La goma de mascar es una de las golosinas dulces más consumidas a nivel mundial. Se trata de un producto que, según detalla la Clínica Dental CML, es elaborado a base de emulsionantes, plásticos sintéticos, silicato de magnesio y carbonato de calcio, aunque no por eso es considerada como una golosina mala para la salud, siempre y cuando no se la consuma en exceso.
Si entre los beneficios que ofrece la goma de mascar aparecen el incremento en la producción de saliva, evitar las caries, liberar endorfinas que ayudan ante cuadros de ansiedad y estrés, también existen consecuencias negativas. Este es el caso del Trastornos de articulación temporomandibular que puede ser causado por un consumo excesivo de esta golosina.
El Trastorno de articulación temporomandibular puede causar dolor en la articulación de la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula, según explica el Instituto Mayo Clinic. De todos modos, explican sus expertos, en la mayoría de los casos el dolor y la incomodidad son temporales y pueden aliviarse con atención autoadministrada o tratamientos no quirúrgicos, según recomienden los profesionales de la salud.
El consumo de goma de mascar está asociado al Trastorno de articulación temporomandibular cuando es en exceso. Esto se debe a que la acción de mascar supone un constante movimiento que no solo involucra a la mandíbula sino también a distintos músculos del rostro. Por lo tanto, si consumes mucho de esta golosina y comienzas a detectar síntomas como dolores de oídos, de cabeza y muelas, será mejor que consultes con tu médico de cabecera.