En Estados Unidos, un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) encabezados por el profesor Michael Strano ha puesto en marcha un proyecto con un objetivo ambicioso: lograr que las plantas puedan comunicarse con los seres humanos por correo electrónico. Y ya han conseguido su primer objetivo: crear espinacas capaces de enviar alertas por e-mail al detectar algunos materiales químicos, como los que están presentes en explosivos como en las minas terrestres.

Con información de un estudio publicado en la revista Nature, un grupo de ingenieros ha desarrollado una nueva rama de investigación científica conocida como “plantas nanobiónicas”, basada en el uso de nanotecnología para convertir las espinacas en sensores que pueden detectar explosivos.

¿Cómo funcionan estas plantas de espinaca inteligentes?

Los autores han detallado que las raíces de las plantas de espinacas fueron modificadas para poder detectar la presencia de “nitroaromáticos en el agua subterránea”. ¿La clave? Simple: las altas cantidades de hierro y nitrógeno que esconde esta popular planta.

Combinando la química, la biología y la nanotecnología logran que las plantas hagan cosas extraordinarias. Usando nanopartículas de carbono y cerio, han logrado aumentar la actividad fotosintética de los cloroplastos: quiere decir que las plantas producen tres veces más oxígeno.

Además de hacer más eficiente la fotosíntesis, han investigado cómo las plantas pueden funcionar como sensores de ciertas sustancias presentes en el suelo o el agua y que podrían resultar tóxicas o dañinas, incluso algunas que pueden indicar la presencia de explosivos en un terreno, específicamente compuestos nitroaromáticos.

El estudio detalla que dichos elementos actúan como ‘catalizadores’ ante la presencia de sustancias químicas explosivas, los nanotubos del interior de la planta forman una señal que es detectada por una cámara infrarroja y, finalmente, los sensores envían información de forma inalámbrica a los investigadores.

Y aunque el experimento original está basado en la detección de químicos presentes en explosivos, los científicos del MIT han afirmado que las plantas podrían ser modificadas con bioingeniería para cumplir con otros objetivos: detectar la contaminación en el suelo e incluso alertar a las autoridades.

 

Por Jorge A. Leyva

Periodista. Licenciado en Comunicación. Columnista en Agenda Setting Diario. Comentarista de política en radio. Journalist. Fan del Café Necesario Marketing Político y Social Media Publicidad: [email protected]

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