Las personas que llevan una alimentación saludable como la mediterránea tradicional tendrían mayores probabilidades de prevenir una depresión, por lo que una sana nutrición podría contribuir a tratar ese trastorno mental, por lo menos así lo sugiere un equipo internacional de investigadores. Especialistas en salud pública, psiquiatría y nutrición evaluaron el papel de las intervenciones dietéticas en la depresión con la intención de poder desarrollar recomendaciones para la futura atención de la salud psiquiátrica, ya que el trastorno conlleva elevados costos sociales.

Los investigadores realizaron una revisión sistemática de índices y resultados de 41 estudios, longitudinales y transversales, sobre el cumplimiento de dietas saludables en relación con síntomas depresivos o depresión clínica, con lo que buscaron sintetizar el vínculo entre la calidad de la alimentación y el trastorno. Las estimaciones se combinaron mediante un metanálisis de efectos aleatorios con una variedad de medidas dietéticas, como diferentes medidas de adherencia a la dieta mediterránea, índice de alimentación saludable y alternativa, enfoques dietéticos para detener la hipertensión y el Índice Inflamatorio de la Dieta.

Los estudios arrojaron que la evidencia más convincente se encontró entre la dieta mediterránea y la depresión incidente, pero también un menor Índice Inflamatorio de la Dieta se asoció con una menor incidencia de depresión, de acuerdo con los resultados publicados recientemente en Molecular Psychiatry, publicación científica de la revista Nature. Además los investigadores descubrieron que las personas que siguen de cerca una dieta mediterránea pueden vivir más tiempo y tienen menos probabilidades de aumentar de peso.