Una de las vacunas contra el nuevo coronavirus y que más avance ha tenido en el mundo es la desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, misma que se envasará en México. Este lunes 23 de noviembre por la mañana sus desarrolladores indicaron que la vacuna mostró «una eficacia del 70%» en promedio en las pruebas realizadas e impidió que la mayoría de las personas contrajera la enfermedad en un ensayo a gran escala, lo cual significa un avance prometedor en la búsqueda para poner fin a la pandemia.
La vacuna evitó que un promedio del 70 por ciento de los participantes se enfermara, según muestra un análisis preliminar de los datos. Eso está por debajo de lo alcanzado por Pfizer y Moderna; no obstante, la efectividad aumentó al 90 por ciento para uno de los dos regímenes de dosificación, usando media dosis seguida de una completa un mes después. El otro método, basado en dos dosis completas separadas por un mes, mostró una efectividad del 62 por ciento.
«Estamos entusiasmados de ver un 90 por ciento de eficacia del régimen de media dosis y dosis completa», dijo un portavoz de Astra. «Vemos mucho mérito en este régimen y ahora comenzaremos las discusiones con los reguladores para incorporar esta combinación de dosis para una mayor investigación clínica».
Los hallazgos se revisaron después de que 131 participantes del ensayo contrajeron COVID-19. Entre los que recibieron la vacuna, no hubo casos graves de coronavirus en el ensayo y ningún participante fue hospitalizado.
La vacuna de Universidad de Oxford y AstraZeneca -cuyos ensayos clínicos se realizan, entre otros países, en Reino Unido y Brasil- tiene sin embargo una eficacia mucho menor a la de cerca del 95% anunciada para las vacunas producidas por sus rivales Pfizer/BioNTech y Moderna. Pero utiliza una tecnología más tradicional que la de sus dos competidores, lo que la hace menos costosa y más fácil de almacenar, ya que no necesita ser conservada a una temperatura muy baja.