Se estima que hasta 118 millones de personas extremadamente pobres estarán expuestas a la sequía, las inundaciones y el calor extremo en África en 2030 debido al calentamiento global, que solo en la región subsahariana reducirá en un 3% el productor interior bruto.
La información fue presentada durante la reunión extraordinaria del Congreso Meteorológico Mundial y destaca que las variaciones en la configuración de las precipitaciones, el incremento de las temperaturas y el aumento de las condiciones meteorológicas extremas contribuyeron a aumentar la inseguridad alimentaria, la pobreza y los desplazamientos en África durante el año pasado, una situación que agravó la crisis socioeconómica y sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19.
El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, el profesor Petteri Taalas, señaló en el prólogo del informe que los indicadores climáticos en África durante 2020 se distinguieron por un constante aumento de las temperaturas, la celeridad en que subió el nivel de mar, los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos y otras consecuencias devastadoras conexas.
“La rápida reducción de los últimos glaciares de África Oriental, que se prevé que se derritan por completo en un futuro próximo, señala la amenaza de un cambio inminente e irreversible en el sistema terrestre», alertó el científico.
Taalas añadió que tras la recuperación de la pandemia del coronavirus es necesario y urgente mejorar la resistencia climática.
«Las inversiones son especialmente necesarias en el desarrollo de capacidad y la transferencia de tecnología, así como en la mejora de los sistemas de alerta temprana de los países, incluidos los sistemas de observación del tiempo, el agua y el clima», enumeró.
Cambio climático
«África está presenciando un aumento de la variabilidad meteorológica y climática, que provoca desastres y trastornos en los sistemas económicos, ecológicos y sociales”, recordó la Comisionada de Economía Rural y Agricultura de la Comisión de la Unión Africana, Josefa Leonel Correia Sacko.
Sacko también destacó que “para 2030, se estima que hasta 118 millones de personas extremadamente pobres (es decir, que viven con menos de 1,90 dólares al día) estarán expuestas a la sequía, las inundaciones y el calor extremo en África, si no se establecen medidas de respuesta adecuadas. Esto supondrá una carga adicional para las iniciativas de mitigación de la pobreza y obstaculizará de forma considerable el aumento de la prosperidad».
Como ejemplo citó que el cambio climático puede llegar a reducir el producto interno bruto del África subsahariana hasta un 3%.