La compañía farmacéutica AstraZeneca informó que concluyó acuerdos para entregar al menos 400 millones de dosis de su vacuna contra el Covid-19, y asegurar la capacidad de producción de mil millones de dosis, realizando las primeras entregas en septiembre.

AstraZeneca informó que recibió más de mil millones de dólares por parte de las autoridades estadounidenses de Investigación y Desarrollo Avanzados de Biomedicina para poder completar el proyecto hasta su comercialización en otoño.

De acuerdo a Pascal Soriot, director general de la firma anglosueca, la inversión acelerará el desarrollo y producción de la vacuna, y harán todo lo que esté en sus manos para que la vacuna esté lista lo más pronto posible, y tenga una amplia distribución.

Otras farmacéuticas como Moderna y Sanofi trabajan en desarrollar y producir una vacuna contra el Covid-19; se esperan prontos resultados, ya que esta será la única forma en la que los países podrán disminuir sus medidas de confinamiento y restricciones en la actividad pública. Moderna anunció recientemente que su vacuna superó los ensayos iniciales.

De acuerdo a la información oficial de AstraZeneca, la farmacéutica consiguió la capacidad de producción de mil millones de dosis y esperan conseguir más acuerdos económicos para ampliar su capacidad en los próximos meses, asegurando así el abasto global.

El fármaco, ahora conocido como AZD1222, fue desarrollado por el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, que trabaja con el Grupo de Vacunas de Oxford. El Departamento de Salud de Estados Unidos acordó proveer de hasta mil 200 millones de dólares a la farmacéutica para asegurar al menos 300 millones de dosis para el país americano.

El secretario de Salud estadounidense, Alex Azar señaló: “Este contrato con AstraZeneca es un hito en el trabajo de la operación Rápido Retorno para una vacuna efectiva, segura y que estará ampliamente disponible en el 2021”.

Esta intervención del gobierno estadounidense con las farmacéuticas ha esparcido el temor global de que solo las naciones más ricas puedan proteger primero a sus ciudadanos.

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