Pekín se enfrenta a la reincorporación a sus actividades en medio de una creciente incertidumbre por la posibilidad de una nueva ola de contagios, por lo que una de las medidas de prevención que entró en vigor fue la de dotar a los estudiantes con un brazalete electrónico que les da una alerta en caso de fiebre.

China ha demostrado un uso masivo en nuevas tecnologías para intentar hacer frente y controlar el virus que hasta el momento ha contagiado a más de 83 mil personas en ese país.

Según información proporcionada por el Diario de Pekín, estos brazaletes proporcionan en tiempo real la temperatura de los alumnos. Sus padres y los centros educativos pueden luego vigilar su situación a través de una aplicación a través de un teléfono móvil. En caso de temperatura anormal -superior a 37.2 grados- el brazalete envía una señal a los profesores que son invitados a alertar a la policía.

Por el momento, este dispositivo se encuentra en fase de prueba en cinco distritos de Pekín, ya que ahora los controles de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla y las medidas de distancia física se han convertido en la norma en los establecimientos escolares del país, donde las autoridades temen un rebrote de contagios.

Si bien China ha controlado la epidemia en su territorio, el país registró este lunes 17 nuevos casos, diez de origen local, especialmente en Wuhan (centro), metrópolis colocada durante dos meses en cuarentena y donde el virus fue descubierto a fines del año pasado.

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