Jan Jarab representante de la Organización de las Naciones Unidos en México afirmó ante senadores, especialistas y académicos en la materia que “la formación y mentalidad de las fuerzas armadas, enfocadas en combate y eliminación del enemigo y no en la prevención, contención, prevención e investigación del delito, no son adecuadas para las tareas de seguridad pública”.
Resultan, dijo, en el resquebrajamiento de los derechos humanos y al mismo tiempo favorecen la inseguridad, alimentando un círculo vicioso que no tiene fin palpable y los llamados ciudadanos desesperados para que se haga algo, suelen provocar acciones de lesa humanidad porque se suspenden derechos y se retiran más libertades en los casos donde se persiguen delincuentes, más no se requisa el origen de los delitos que lo provocan.
Jan Jarab dijo que la jurisdicción militar carece de independencia e imparcialidad y ha significado un manto en favor de la impunidad, lo que provoca diversas conflagraciones al debido proceso de los presuntos implicados y por graves violaciones a los derechos humanos durante su aseguramiento.
“Las instalaciones militares ha sido espacios privilegiados para los malos tratos y torturas, pero se propone abrir una puerta constitucional para privar a una persona de libertad en instalaciones castrenses”, aseveró el representante de la ONU.
Durante su participación en el Senado de la República, propuso eliminar los componentes castrenses del diseño de la Guardia Nacional, su definición civil no debe ser desvirtuada mucho menos desmentida por los componentes del orden militar que existen en la minuta, además propone sujetar a la institución –Guardia Nacional- a estrictos controles democráticos del orden civil.
En este contexto, el ex secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Álvaro Vizcaíno Zamora, consideró que la propuesta del gobierno federal para crear la Guardia Nacional se parece al “modelo venezolano”, pues más allá de un mando civil, de lo que se requiere es que la Guardia tenga un “ADN civil”.
“Tres de cada cuatro gendarmerías se encuentran en dictadura; mientras que nueve de cada 10 guardias civiles se encuentran en democracias. La propuesta que hoy hace el gobierno de México se asemeja al modelo venezolano. Una Guardia no solo requiere un mando civil, sino de un ADN civil”, expresó.